Actualizado 23/11/2010 15:04

AMP.- El guardia civil condenado por asesinar a su ex pareja pide "perdón" a la familia y niega ser un "asesino"

Sede del TSXG
EP/XUNTA

La defensa pide que se revise la sentencia que le condenó a 19 años y que se consideren los hechos homicidio


A CORUÑA, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

Jaime Maiz Sanmartín, el guardia civil condenado a 19 años de prisión por el asesinato de su ex pareja en Cambados (Pontevedra), ha pedido "perdón" a la familia, en la vista de apelación, celebrada en el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) por el recurso presentado por su defensa, y ha mostrado su "arrepentimiento total", aunque ha negado ser un "asesino".

Aprovechando la posibilidad de intervenir al término de la vista, Jaime Maiz ha manifestado que estaba "en un momento desesperado" porque sabía "lo que conlleva una denuncia", ha afirmado en relación a la presencia de la víctima en el cuartel.

Sobre el día de los hechos, ha afirmado que no se acuerda "de cómo fue" y ha mostrado su "arrepentimiento total". "Se me fue la cabeza de una manera que nadie lo sabe", ha añadido para concluir pidiendo "perdón" a la familia.

La defensa del guardia civil, que se encuentra suspendido de servicio, ha pedido en esta vista que los hechos, ocurridos en diciembre de 2007, se consideren constitutivos de un delito de homicidio y no de asesinato.

Para ello, ha alegado que se considere como atenuantes o eximentes el consumo de alcohol del procesado, así como que se tenga en cuenta el trastorno depresivo del que había estado a tratamiento. Además, ha aducido que su cliente actuó en un momento de "ofuscación" y ha rechazado las agravantes de alevosía y parentesco.

Por el contrario, tanto las acusaciones particulares, que representan a los hijos y familiares de la fallecida, María Luz Posse, como el fiscal, han pedido que se confirme la sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

VEREDICTO DEL JURADO

El pasado mes de junio, un jurado popular declaró por unanimidad culpable de un delito de asesinato a Jaime Maiz Sanmartín, al que, además de 19 años de prisión, se le condenó a abonar indemnizaciones por valor de más de 270.000 euros en diferentes cuantías a los padres, hermanos e hijos de Mari Luz Posse.

El guardia civil cumple condena en prisión desde junio, después de la polémica que había generado su puesta en libertad el pasado mes de febrero porque se le había prorrogado la orden de prisión provisional fuera de plazo.

ARGUMENTOS DE LA DEFENSA

En la vista, su abogado ha subrayado que "como más" los hechos constituyen un delito de homicidio y ha negado que por parte del acusado hubiese un seguimiento a la víctima, en las horas previas a cuando se cometieron los hechos, mientras que ha considerado "probado" el consumo de alcohol "por la medición que le hace la Guardia Civil tres horas después", ha apuntado.

Así, ha insistido en la existencia de una "fuerte ingesta de alcohol", mientras que ha atribuido el disparo efectuado en el propio cuartel de la Guardia Civil, adonde la víctima había ido a presentar una denuncia contra él por acoso, a un momento de "ofuscación".

Asimismo, ha defendido que se trata de una práctica común en el País Vasco y "extendida" a otras regiones el que el procesado tuviese la pistola cargada en su habitación.

"ACREDITADOS" LOS HECHOS

Por el contrario, el fiscal y las acusaciones particulares han rechazado cada uno de los argumentos esgrimidos por la defensa. Así, el ministerio público ha señalado que por parte del jurado existió un "verdadero razonamiento" del veredicto, mientras que ha calificado la sentencia de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra de "completa" desde el punto de vista jurídico.

También ha considerado "acreditados" los hechos por los que se le consideró autor de un delito de asesinato y, al respecto, ha insistido en "el estado normal del acusado y su frialdad". "Sube por una pistola, baja y apunta a la frente de la víctima y corrige el tiro en un momento determinado para no alcanzar al guardia de puertas", ha indicado al recordar que los hechos fueron grabados por la cámara del acuartelamiento.

Además, ha calificado de "perfectamente responsable" al procesado, mientras que ha rechazado, al igual que las acusaciones particulares, dilaciones indebidas en el proceso. Los letrados de la familia han incidido en frases del acusado aportadas por testigos del juicio, entre ellas "antes de que me arruine la vida, me la arruino yo mismo", para insistir en la existencia de alevosía.