Actualizado 08/09/2010 17:14

Las autoridades iraníes suspenden la sentencia que condena a Ashtiani a morir lapidada para revisarla

Ashtiani, mujer condenada a muerte en Irán por adulterio
HO NEW / REUTERS


TEHERÁN, 8 Sep. (Reuters/EP) -

La sentencia que condenaba a Sakineh Mohamadi Ashtiani a morir lapidada por adulterio, que ha recibido numerosas críticas de la comunidad internacional, ha sido suspendida y va a ser revisada, según ha informado este miércoles el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, a la cadena pública Press TV.

"El veredicto sobre los asuntos extramaritales ha sido suspendido y está siendo revisado", anunció. Ashtiani fue declarada culpable de adulterio --que en la República Islámica es un delito punible con la pena capital-- en 2006, y además ha sido acusada de estar implicada en el asesinato de su marido.

En una entrevista telefónica emitida en directo, el portavoz afirmó que el asesinato "está siendo investigado para poder emitir un veredicto final". "Creemos que éste es un caso muy normal", manifestó Mehmanparast. "Este expediente se parece a otros muchos que existen en otros países", añadió.

Los medios de comunicación iraníes han sugerido que Ashtiani podría librarse de ser lapidada y a cambio podría ser ejecutada en la horca. El portavoz no mencionó en ningún momento de la entrevista la palabra "lapidación", y sólo se refirió a la "sentencia de muerte" recibida por Ashtiani.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, censuró este martes la sentencia, que calificó de "brutal más allá de lo que pueden expresar las palabras". La de Barroso es sólo una de las críticas que ha recibido el veredicto durante los últimos meses.

Mehmanparast acusó a Estados Unidos de haber generado este escándalo para dañar la imagen de Irán en el escenario internacional ahora que se enfrenta a numerosas sanciones por su polémico programa nuclear. "Parece que están haciendo un juego político", opinó.

Según la organización Amnistía Internacional, Irán es el país que más ejecuciones llevó a cabo en 2008 (346), sólo por detrás de China. En la República Islámica, el asesinato, el adulterio, la violación, el robo a mano armada, la apostasía y el tráfico de drogas son crímenes que se pueden castigar con la pena capital.

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