Publicado 26/12/2013 14:01

Condenado a 18 años y nueve meses de prisión por matar a su exmujer en Noguerones (Jaén)

También se le considera autor de un delito de tentativa de homicidio sobre una hija y de otro de malos tratos habituales

JAÉN 26 (EUROPA PRESS)

La Audiencia Provincial de Jaén ha condenado a 18 años y nueve meses de prisión al hombre identificado como E.J.F.M. por el homicidio de su exmujer en enero de 2012 en la aldea de Noguerones --perteneciente al término municipal de Alcaudete--, así como por un delito de homicidio en grado de tentativa sobre una de sus hijas y por otro de malos tratos habituales. Además, no podrá comunicarse ni acercarse durante 28 años a sus hijas, a cada una de las cuales deberá indemnizar con 120.000

euros.

En la sentencia dictada por la Sección Tercera, a la que ha tenido acceso Europa Press, se recoge como hechos probados que "desde el inicio de la convivencia marital", en 1985, el acusado "adoptó hacia su esposa e hijas una actitud autoritaria, agresiva y de menosprecio", insultándolas "de forma reiterada", además de que "controlaba la actividad cotidiana" de su esposa "y la agredió en varias ocasiones con empujones o bofetones".

Al decidir la víctima poner fin a la vida conyugal e iniciar los trámites de divorcio, esa actitud "se volvió más agresiva" con expresiones hacia ella y las hijas "como que las tenía que matar". Sobre las 19,30 horas del 18 de enero de 2012, el procesado fue a la peluquería de su hija mayor "para decirle en tono agresivo que le pidiera a su madre las llaves del coche" porque su juego no le funcionaba bien.

Visto ese tono, la hija telefoneó a su madre, que se personó a los pocos minutos con las llaves, encontró a su exmarido en el pasillo común de la vivienda y entablaron una discusión. En un momento dado, el hombre "la cogió del brazo y la arrastró al interior del domicilio", ante lo que lo que le preguntó "si le iba a pegar".

E.J.F.M. contestó que "le iba a hacer algo peor" y al oírlo su hija, que estaba en el pasillo, fue a la peluquería a pedir ayuda. Entonces intervino un cliente que cogió a la mujer para llevársela de allí. La hija se fue con ellos mientras su padre decía "os tengo que matar a las dos, primero a ti --dirigiéndose a la hija--, que eres las más mala y luego a tu madre".

OCULTÓ EL CUCHILLO

Seguidamente, el hombre entró en la cocina y cogió un cuchillo de 20,5 centímetros para salir tras ellas ocultándolo, "poniéndose la mano en la espalda". Al llegar a su altura, "intentó asestar una cuchillada por la espalda" a la hija, pero logró esquivarla "al ser empujada" por el cliente. Los dos cayeron al suelo, "momento que el procesado aprovechó" para asestarle "tres cuchilladas" a su exesposa, que "le produjeron la muerte, siendo inútiles los esfuerzos" de su hija de demás viandantes para auxiliarla.

Tras un forcejo, el cliente que acompañaba a las víctimas logró arrebatarle el cuchillo arrojándolo a un jardín próximo", donde sería encontrado después por la Guardia Civil. El acusado entonces "se dirigió tranquilamente a su domicilio" mientras que le decía a su hija: "no hace falta que llames a nadie, sé dónde le he dado y no se mueve del sitio".

Antes de llegar a la casa, además, telefoneó a su hermana para comentarle que había "hecho lo que tenía que hacer, la he matado", así como a su abogado y al hombre con el que había quedado al día siguiente para ir al campo. Le explicó que no podría ir porque había matado a su mujer e iba a entregarse, algo que hizo, tras estar en su domicilio, en el cuartel de Alcaudete. Esa tarde, según recoge la sentencia, había consumido dos cubalibres "sin que ello le alterase sus facultades intelectivas y volitivas".

AGRAVANTES

La Sección Tercera de la Audiencia considera estos hechos constitutivos de un delito de homicidio con las agravantes de abuso de superioridad y parentesco, por el que le impone 13 años de cárcel, inhabilitación absoluta durante la condena así como prohibición por 18 años de entrada y residencia en Noguerones, de comunicarse por cualquier medio con sus hijas o de acercarse a ellas a menos de 200 metros.

Igualmente, ve a E.J.F.M. autor de un delito de intentado de homicidio con las mismas agravantes sobre su hija mayor. En este caso, lo condena a tres años y nueve meses de prisión y a las mismas prohibiciones por seis años. Además, le impone otros dos años de cárcel por un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar, por el que también le prohíbe la tenencia y porte de armas durante de cuatro años. Tampoco podrá entrar o residir en Noguerones ni comunicarse o acercarse a sus hijas a menos de 200 metros durante cuatro años.

Junto a ello, los magistrados acuerdan que el procesado, por vía de responsabilidad civil, deberá indemnizar con 120.000 euros a cada una de sus hijas. Además, le imponen las costas, incluidas las de las acusaciones personadas.

En el juicio, celebrado los pasados días 18 y 19 de diciembre, E.J.F.M. admitió ser el autor de la muerte de su mujer, de la que se había divorciado en 2010, aunque alegó que cuando sucedieron los hechos "no era él" e iba "ciego". Además, aseguró "no recordar" que antes de "pinchar una vez a su mujer" con un cuchillo tratara de apuñalar a su hija.