Podrá conmutar la pena de prisión cumpliendo un programa de formación y educación en materia de violencia de género
JAÉN, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El juzgado de lo Penal número cuatro de Jaén ha condenado a un hombre de 34 años de edad por maltratar a su mujer, a la que ha sometido a insultos, agresiones y amenazas de mandar a alguien con matarla cada vez que ella le decía que la relación se había terminado.
El procesado y la víctima se casaron en 1994 y a los cuatro años del enlace ya empezó a infligir a la mujer malos tratos, en los que la ha insultado, la ha agredido, le ha puesto cuchillos en el cuello, le ha tirado del pelo e incluso la ha obligado a mantener relaciones sexuales "cuando él ha querido sin tener en cuenta la voluntad de ella", a lo que se suma que la amenazaba "constantemente" con que la va a matar, tal y como se especifica en la sentencia consultada por Europa Press. Además, el acusado es "muy celoso" y no la dejaba salir sola, "obligándola a quedarse en su casa en contra de su voluntad".
En este contexto, el 21 de junio del pasado año el acusado llegó ebrio al domicilio y, tras insultarla, se fue a darse una ducha mientras que ella aprovechó para irse a su trabajo. Una hora después, la llamó por teléfono y le exigió que volviera, pero como no lo hizo se presentó allí. "La empujó y la tiró por las escaleras, preguntándole por unos preservativos que había en el domicilio, el decía que había ocho y ella que seis", recoge el fallo judicial.
Justo en ese momento, sonó el móvil de la mujer y él la tiró la suelo intentando quitárselo hasta que, cuando lo consiguió, lo arrojó al suelo rompiéndolo. Además, cuando ya salió a la calle siguió insultando a la mujer y tirándole piedras, por lo que ella llamó a la Policía Nacional.
Por todos estos hechos, C.M.O.A. fue condenado por un delito de malos tratos habituales a un año y nueve meses de prisión y por un delito de malos tratos 31 días de trabajos en beneficio de la comunidad, si bien se acuerda la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad durante tres años a condición de que, entre otros aspectos, cumpla un programa de formación y educación en materia de violencia de género.
