Actualizado 24/09/2010 16:08

La familia de la mujer norteamericana descuartizada en Sevilla pide imputar por asesinato, profanación y agresión sexual

Un atestado policial basado en la autopsia apunta que las heridas del cuello fueron realizadas 'post mortem'

El juez deniega la libertad solicitada por el acusado al entender que hay riesgo de fuga y por el dolor "insondable" causado a la familia


SEVILLA, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

La familia de Laura Cerna, la profesora de inglés de nacionalidad norteamericana y 49 años de edad muerta supuestamente a manos de Antonio Gordillo, de 30 años de edad y quien habría descuartizado el cadáver antes de arrojarlo al río Guadalquivir, ha solicitado imputar al acusado por los delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento, profanación de cadáveres y agresión sexual del artículo 178 del Código Penal, que contempla una pena de entre uno y cuatro años de cárcel para la persona que atente contra la libertad sexual de otra persona "con violencia e intimidación".

Durante la celebración en el Juzgado de Instrucción número 18 de Sevilla de la vista que prevé la Ley del Tribunal del Jurado, la acusación particular, ejercida por los padres y el hermano de la fallecida, ha solicitado que se impute a Antonio Gordillo un delito de agresión sexual, basado en que el cadáver estaba totalmente desnudo, cuando "esto no era necesario para meter el cuerpo en la maleta", mientras que la Fiscalía le imputa un delito de homicidio y la acusación particular ejercida por el marido de la fallecida pide imputarlo por un delito de asesinato y otro de profanación de cadáveres.

Hay que reseñar que tanto los padres como el hermano de la víctima acudieron a los juzgados del Prado de San Sebastián con motivo de la vista celebrada en la mañana de este viernes, que comenzó en torno a las 10,30 horas, cuando Antonio entró en los juzgados con la cabeza tapada por un chaleco, todo ello mientras la madre de la fallecida, Sandra Cerna, le llamaba "asesino" y gritaba "¡Dénmelo a mí!", tras lo cual, y debido a su estado de nerviosismo, tuvo que sentarse en una silla junto a familiares y amigos.

Durante la vista, que se celebró a pesar de la suspensión solicitada por una de las acusaciones particulares, la acusación particular ejercida por la familia de Laura ha solicitado que se impute a Antonio Gordillo por asesinato con enseñamiento y alevosía, pues la víctima, pequeña de estatura y complexión, "tuvo imposible defenderse", a lo que se une la existencia "de algún dato periférico" que "sugiere" que "actuó creando dolor y sufrimiento".

Asimismo, el juez ha denegado la petición de libertad solicitada por la representación jurídica de Antonio Gordillo, actualmente en prisión, ya que entiende, según han indicado a Europa Press fuentes del caso, que existen indicios "más que suficientes" contra el imputado; que el auto que decretaba su ingreso en la cárcel "está motivado"; que hay riesgo de fuga; por el dolor "insondable" causado a la familia, que no pudo enterrar a Laura hasta este jueves en el cementerio de San Fernando de la capital hispalense.

SHOCK HEMORRÁGICO

De igual modo, en la vista se ha dado traslado a las partes de un avance de la autopsia que le fue realizada a la víctima, y que únicamente refiere que el fallecimiento se produjo por un shock hemorrágico por las lesiones causadas con un arma blanca, así como que "no hay inconveniente para la incineración", aunque un atestado realizado por el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional en base a la información dada por los médicos forenses señala que la víctima presentaba tres puñaladas en la región anterior del tórax, una de ellas con dos trayectorias.

Según han precisado fuentes del caso, una de estas tres puñaladas "afectó al corazón" y fue la que, "probablemente", le provocó la muerte, todo ello según un atestado policial que dice además que las heridas presentes en las partes seccionadas son 'post mortem', lo que contradice la versión ofrecida por Antonio Gordillo en su declaración judicial, cuando dijo que, tras negarse él a mantener relaciones sexuales con Laura, ésta cogió un cuello "y se cortó el cuello". Además, este atestado apunta la existencia de heridas de defensa en el antebrazo izquierdo de la víctima.

En la vista, tanto el representante del Ministerio Público como el abogado defensor han solicitado la realización de un análisis psiquiátrico y toxicológico del imputado, mientras que el juez ha interesado, aunque sin fijar una fecha concreta, que se tome declaración en calidad de testigos al marido y al hijo de la víctima, así como a la dueña del coche en el que Antonio trasladó el cuerpo hasta el Guadalquivir, y a la amiga de ésta que tenía las llaves del vehículo.

"ME TAPO LA CARA PORQUE MI MADRE ESTÁ SUFRIENDO MUCHO"

Hay que destacar que, durante la vista, el juez ha enseñado al imputado varias fotografías de Laura pero éste "no ha querido verlas", mientras que a la finalización del acto ha reivindicado su inocencia y ha explicado que "se tapa la cara por respeto a su madre, que está sufriendo mucho". Gordillo cuenta con dos antecedentes penales por lesiones, ya que concretamente la Audiencia Provincial de Cádiz lo condenó a un año y seis meses de cárcel el 30 de octubre de 2009 por unos hechos ocurridos en junio de 2006, y el Juzgado de lo Penal número 4 de Sevilla lo condenó el 5 de marzo de 2003 a un año de prisión por unos hechos acaecidos en octubre de 2001.

La madre de la víctima, que ejercía como abogada defensora pública en EEUU, ha dicho a los periodistas que confía en que la Justicia aplique al imputado "la máxima pena posible" que permite la Ley, añadiendo que "yo tengo 71 años de edad, y él va a salir con menos edad de la que yo tengo ahora". "Tengo que respetar las leyes españolas, si me gustan o no es asunto mío", ha apostillado.

Asimismo, ha aseverado que Antonio Gordillo "nos ha destruido a nosotros y ha destruido a mi hija", por lo que "nunca vamos a olvidar" estos hechos" y "acudiremos al juicio para pedir Justicia para ella y contra él", apelando al pueblo sevillano "para que me ayude a que este monstruo, este bastardo, viva lo que le queda de vida detrás de unas rejas".