ALICANTE, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El fiscal pide una pena de 20 años de prisión por un delito de asesinato para un hombre acusado de matar a su mujer de 28 años a la que propinó 13 cuchilladas se encontraban en el domicilio familiar de Alicante, ocurrido cuando la víctima le comunicó su "firme" decisión de separarse.
El juicio arranca este lunes y se prolongará hasta el jueves en la Audiencia Provincial de Alicante, donde un jurado popular deberá emitir veredicto entorno a los hechos ocurridos en junio de 2012, cuando la pareja se encontraba a solas en su domicilio del barrio de Carolinas de Alicante.
Un mes antes de su muerte, la víctima denunció a su marido por amenazas y malos tratos en el ámbito familiar, lo que llevó al juzgado de Violencia sobre la Mujer nº 1 de Alicante a ordenar al marido el abandono del domicilio familiar y a establecer una orden de alejamiento.
No obstante, la decisión de la afectada de no declarar en su contra en la vista oral celebrada el día 22 de mayo dejó sin efecto las medidas cautelares de protección.
Dos días antes del crimen, el procesado ingirió una sobredosis de medicamentos que requirieron atención médica, lo que llevó a la víctima a acogerlo "temporalmente" de nuevo en casa "por el bien de los hijos comunes", si bien no retomaron la relación matrimonial, dado que la mujer estaba decidida a plantear la ruptura por los trámites legales.
13 CUCHILLADAS
El día 4 de junio, cuando al mediodía la pareja se encontraba a solas y los hijos estaban en el colegio, la mujer se sentó a hablar con el procesado en la mesa de la cocina para trasladarle su firme decisión de separarse, a lo que éste se opuso rotundamente.
Por ello, según el escrito de acusación provisional del ministerio público, el acusado agarró un cuchillo de cocina de 25 centímetros de largo y 20 centímetros de hoja afilada con el que asestó a su mujer 13 cuchilladas que le causaron la muerte inmediata.
A continuación, el acusado arrojó el arma al fregadero y se fue de la vivienda en dirección a la Comisaría de Policía Centro de Alicante, donde a las 13.00 horas llegó y declaró al agente de guardia: "Acabo de matar a mi mujer y vengo a entregarme".
El fiscal considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato con la agravante de parentesco, y pide para el procesado una pena de 20 años de prisión y una indemnización de 120.000 euros para los dos hijos que la pareja tenía en común.
