Actualizado 15/06/2010 13:10

La hermana de la asesinada por su ex pareja en Pontevedra espera que el acusado "vaya a la cárcel" y haya "justicia"

PONTEVEDRA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La hermana de Mari Luz Posee, la mujer asesinada en diciembre de 2007 por su ex pareja en el Cuartel de la Guardia Civil en Cambados (Pontevedra), Isabel Posse, aseguró hoy, antes del inicio del juicio por asesinato contra Jaime M.S., que espera que "como mínimo" el acusado "vaya a la cárcel" y haya "justicia".

En declaraciones a los medios de comunicación a las puertas de la Audiencia Provincial de Pontevedra, Isabel Posse, que está citada como testigo, reconoció que estaba "nerviosa" y "con muchas ganas de acabar". "Espero que como mínimo vaya a la cárcel, que es lo que se merece", afirmó.

Además, reiteró su rechazo a que el acusado "entre por la puerta" --del jugado-- como ella --ya que está en libertad desde febrero al no renovársele a tiempo la prisión provisional--. "No es normal que entre igual que voy a entrar yo", sostuvo.

Asimismo, criticó la ley de enjuiciamiento criminal por el hecho de que el asesino confeso de su hermana se encuentre fuera de prisión. "No es normal que una persona que cometió un asesinato, lo ha confesado y haya una grabación esté en libertad", aseveró.

"Lo hizo con toda la premeditación del mundo en el cuartel de la Guardia Civil y con su arma reglamentaria", recalcó Isabel Posse, quien, preguntada sobre la posibilidad de que la defensa alegue que el agresor estaba bajo los efectos del alcohol, insistió: "Vi las imágenes. Llegó, levantó el arma, disparó entre ceja y ceja y le acertó". "Muy borracho no podía estar", apostilló.

"NO FUE UN ARREBATO"

También subrayó que al acusado "no le tembló el pulso", por lo que consideró que "no fue un arrebato". "Después entregó su arma y se quedó tan ancho", manifestó la hermana de la víctima, que el día del crimen había acudido al cuartel a denunciar por malos tratos a su ex pareja.

Isabel Posse recordó que, como consta en el sumario, tras cometer el crimen, el procesado afirmó: "Ves, antes de que me arruine la vida a mí, me la arruino yo". "Eso no es de estar muy borracho en sí", recalcó.

Finalmente, calificó de "injusto" el despliegue policial --con dos furgones de la Policía Nacional en la entrada de la Audiencia Provincial de Pontevedra-- con motivo de la celebración del juicio por asesinato por el que la acusación particular y el fiscal piden 20 años de cárcel.

"Nadie de la familia ha dicho una palabra fuera de tono", aseveró y añadió que "si tiene miedo, que contrate seguridad privada", pero que no se pague con sus impuestos.

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