Actualizado 03/03/2010 16:29

Un hombre juzgado por acuchillar a su pareja alega que llamó a Urgencias "para que se salvara"

BARCELONA, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un hombre reconoció hoy, en el juicio de la sección 20 de la Audiencia de Barcelona, que apuñaló a su pareja una vez en la espalda con un cuchillo y otras dos en el pecho con otro, pero que llamó a Urgencias porque "sólo quería que se salvara".

Los hechos tuvieron lugar el 15 de noviembre de 2008 cuando, tras una discusión, el acusado, José Luis T.H., le dijo a la víctima que la iba a matar y le preguntó cómo quería que lo hiciese: "suave o rápido", según la calificación fiscal.

La víctima explicó que el acusado, que la encerró en la habitación y echó las cortinas "para que los vecinos no vieran lo que iba a hacer", recibió una llamada, momento en que ella aprovechó para intentar huir.

La mujer expuso que su pareja la alcanzó en el ascensor y sintió un golpe en la espalda. Luego, supo que era un cuchillo de cocina que supuestamente le había clavado. Se lo quitó y, tras recibir "unos puñetazos", José Luis T.H. sacó otro cuchillo asestándole sendas puñaladas "por encima del corazón".

La víctima asegura que cuando el acusado vio la sangre le pidió perdón y llamó a los servicios de urgencia para que la atendieran. Uno de los enfermeros que atendió a la víctima y los Mossos d'Esquadra que se hicieron cargo del acusado testificaron que éste sólo se interesaba por el estado de salud de la víctima diciendo: "Lo único que importa es que ella esté bien".

El acusado explicó que, pese a que no recordaba los hechos, sabía que había hecho algo "muy malo", que la seguía "queriendo" y que lo sucedido le "duele más" a él que a ella.

La fiscalía pide nueve años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa y una indemnización de una cantidad a determinar en sentencia. Pese a que mantiene la pena, la fiscal introdujo una modificación por atenuante de confesión habida cuenta que el delito citado ya estaba acabado cuando el acusado se arrepiente y confiesa.

La defensa ha solicitado una modificación del delito y, aunque cree que "debe ser castigado" y que su cliente "no elude responsabilidades" el delito cometido es de agresiones ya que entiende que no hay alevosía porque el acusado iba bebido, no lo recuerda bien y no podía exisitir sorpresa en el acto, ya que un año antes había amenazado a su mujer.