MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de la Mujer contribuyó el año pasado a la creación de más de 2.000 empresas con más de 200 nuevos puestos de trabajo y prestó asesoramiento a unas 10.000 emprendedoras a través de sus diversos programas de apoyo a la iniciativa empresarial femenina, según datos oficiales a los que ha tenido acceso Europa Press.
En concreto, a través del Programa de Apoyo Empresarial a Mujeres (PAEM) que el Instituto desarrolla en colaboración con los ganinetes de asesoría de 51 Cámaras de Comercio, Industria y Navegación de España, 10.288 mujeres recibieron información presencial, se informaron 9.308 planes de negocio y se crearon 2.028 empresas con 231 empleos. Además, a través de e-empresarias.net se registraron 13.081 consultas y 4.520 usuarias.
En cuanto al Programa de creación y consolidación de empresas desarrollado con la Escuela de Negocios Fundación Escuela de Organización Industrial (EOI) se impartieron 500 horas de formación en distintas localidades españolas y tutorías personalizadas en las que participaron unos 125 emprendedoras.
Otra de las iniciativas del Instituto de la Mujer, el complejo virtual www.soyempresaria.com, que ofrece desde un punto de intercambio para empresarias hasta programas de televisión en directo, cibrñi eb 2009 con un total de 2.813 usuarias de toda España; los Cursos de Formación 'on line' Carmen Burgos Seguí registraron 469 alumnas y más de 260 recibieron preparación en otras áreas.
En la actualidad, aunque las mujeres suponen cerca del 33 por ciento del tejido empresarial español, sólo reciben el ocho por ciento de los créditos bancarios para emprendedores, aunque aglutinan seis de cada diez microcréditos, según datos del Banco Mundial de la Mujer en España (WWB).
Para esta entidad, la falta de confianza del sistema financiero en la mujer tiene que ver con diversos factores, como una mayor falta de formación en técnicas de gestión empresarial, un capital inicial más limitado, que en un 68% de los casos es fruto de fondos propios o familiares, y el hecho de que en la mayor parte de los casos las mujeres crean negocios pequeños ligados al sector servicios, lo que para la banca es sinónimo de inversión de alto riesgo.
