Actualizado 25/03/2010 10:11

El jurado popular declara culpable al ciudadano chino acusado de asesinar a su compañera sentimental en Cádiz

JEREZ DE LA FRONTERA (CÁDIZ), 25 Mar. (EUROPA PRESS) -

El jurado popular declaró anoche culpable de un delito de asesinato al ciudadano de nacionalidad china por la muerte de su compañera sentimental en octubre de 2008 en un domicilio de Jerez de la Frontera (Cádiz), tras ser encontrada en el interior de una maleta con un brazo amputado y cortes en el cuerpo.

La defensa, representada por el letrado Agustín Velloso, mostró su "disconformidad" porque crímenes como el que se ha juzgado esta semana en la sección octava de la Audiencia Provincial desplazada en esta localidad sean juzgados por jurados y no por "profesionales de la justicia".

No obstante, confío en que en la sentencia el juez tenga en cuenta el "alcohol" y la "enajenación por celos" como atenuante y pueda rebajar la condena de su cliente, para el que la Fiscalía pide 20 años de cárcel por un delito de asesinato, una petición a la que se adhirió también el Estado y la Junta de Andalucía que se personaron en el caso como acusación popular.

En su declaración ante el juez en el juicio celebrado el pasado lunes, el acusado aseguró que no recordaba nada, aunque llegó a admitir actuó "por celos" al saber que la víctima se veía con otro hombre en Málaga.

Los hechos se remontan a octubre de 2008, cuando una compañera de piso del presunto agresor y dos personas más llegaron a la vivienda y vieron "todo el baño lleno de sangre". En ese momento, cuando le preguntaron por el motivo de tanta sangre, el presunto homicida estaba duchándose y les contestó que la sangre era suya a causa de una hemorragia nasal y, acto seguido, comenzó a limpiarlo todo "como si tal cosa".

No obstante, tras las preguntas insistentes de sus compañeros sobre el paradero de su pareja --ya que los habían dejado juntos en la casa horas antes--, éste respondió que la fallecida estaba durmiendo y que no se iba a levantar a cenar.

Sin embargo, al no estar muy convencida, la mujer decidió entrar en la habitación para comprobar si era cierto que estaba descansando en la cama y fue entonces cuando encontró a la víctima muerta "sentada en una maleta y recostada en la pared con un brazo amputado", ya que el supuesto homicida había trasladado el cuerpo sin vida del baño al dormitorio tras la agresión.

En su testimonio, el imputado manifestó que al ser su día libre llevaba "desde por la mañana bebiendo" y que la víctima y él eran "amigos", pese a que todos los meses solía entregarle su salario. Asimismo, advirtió que no fue "consciente" de lo que había hecho hasta las doce de la noche cuando se encontraba detenido en Comisaría.

No obstante, los agentes policiales encargados de su detención y traslado descartaron que "oliera a alcohol" y subrayaron la mirada "extremadamente fría" que tenía "pese a lo que había hecho".

Asimismo, en la vista los forenses certificaron que la víctima murió "asfixiada" de forma "sorpresiva" al ser atacada "por detrás" y una vez fallecida sufrió "cortes de desmembramiento" de las extremidades a la altura del hombro y la cadera realizados con "habilidad" y "destreza".