Actualizado 24/09/2010 15:54

Madrid dice que compete a Interior depurar responsabilidades por el supuesto maltrato a una presa en Estremera

Francisco Granados
EP


MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, ha dicho este viernes que compete al Ministerio del Interior depurar responsabilidades por el supuesto maltrato a una presa en la prisión madrileña de Estremera por parte de siete funcionarios.

"No entra dentro de mis competencias saber qué ocurre en las cárceles que dependen de don Alfredo Pérez Rubalcaba", ha sentenciado el consejero, quien ha afirmado estar "seguro" de que se depurarán responsabilidades por este caso.

"Supongo que como ha ocurrido en muchas otras ocasiones, desde Instituciones Penitenciarias se hará la investigación pertinente", ha comentado sobre una denuncia de una presa, Rosa, de 36 años, por haber sufrido golpes, vejaciones e insultos por parte de funcionarios de la cárcel, tal y como adelanta el diario gratuito 20 minutos.

Un juez de Arganda del Rey investiga ahora a siete funcionarios, a los que ya ha tomado declaración, tras la denuncia presentada por la defensa de la reclusa, que se encuentra en el centro de Brieva (Ávila), desde el 19 de noviembre de 2009.

Los hechos que se denuncian se remontan a hace más de un año, el 22 de septiembre, cuando tras haber tenido una disputa con otra interna, fue sacada de su celda hasta otra especial de internamiento. Allí la sentaron en una silla y la ataron las manos detrás de la espalda.

Tras recibir amenazas, funcionarios de la prisión supuestamente la golpearon durante diez minutos. Según la mujer agredida, había por lo menos ocho personas en la habitación, donde estuvo treinta minutos.

Posteriormente, la dejaron en aislamiento con la luz encendida las 24 horas durante un tiempo que Rosa no ha podido determinar, con un camastro sin mantas. Asimismo, asegura que tras la agresión no fue atendida por ningún médico.

El centro ha presentado un informe médico del mismo día en que se produjo el maltrato, donde se mantiene que la interna no tenía heridas. Sin embargo, otro control médico del día 14 de octubre revela que Rosa tenía cicatrices en la cara y en los ojos, moratones en las piernas y falta de movilidad en el brazo derecho.

Para protestar, Rosa estuvo durante diez días en huelga de hambre, y fue finalmente trasladada al centro de Topas (Salamanca). Actualmente cumple condena en Brieva (Ávila).

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