Actualizado 29/05/2014 18:59

Las trabajadoras dedican un 50% más de horas diarias al cuidado

Una de cada tres personas ocupadas de Euskadi afirma tener muchas dificultades para compaginar trabajo con el cuidado de dependientes

   BILBAO, 29 May. (EUROPA PRESS) -

   Las mujeres que trabajan fuera de casa destinan 4,9 horas diarias al cuidado de los hijos menores de 15 años, mientras que los hombres emplean 3,1 horas diarias. Estas diferencias se mantienen en el caso del cuidado de las personas dependientes, actividad a la que los hombres le dedican 1,5 horas diarias y las mujeres 2,3 horas, según datos de Eustat.

   El Eustat destaca que la mitad de las mujeres ocupadas -el 55,4%- destina, además de su dedicación al trabajo remunerado, cinco horas o más al día al cuidado de los menores. Además, hasta un 17,2% dedican ese mismo tiempo al cuidado de dependientes. A su vez, casi la mitad de los hombres ocupados -el 45,1%- colabora con 2 o menos horas atendiendo al cuidado de sus hijos e hijas.

   En comparación con los datos de 2010, se observa que el porcentaje de mujeres que dedica un elevado número de horas -5 o más- al cuidado de sus hijos e hijas se mantiene, mientras que el correspondiente a las personas dependientes está disminuyendo.

   El reparto de tareas domésticas entre los ocupados y ocupadas de Euskadi resulta aún más desigual, ya que nueve de cada diez hombres -el 89,9%- dedica 2 o menos horas a esas tareas, mientras que tres de cada diez mujeres -el 29,6%- emplean 3 o más.

   Este desigual reparto de funciones motiva que un porcentaje significativo de mujeres ocupadas, casi una de cada seis, esté muy insatisfecho con la colaboración que ofrece su cónyuge o pareja en la realización de las tareas domésticas. Por otra parte, una gran mayoría de los hombres ocupados -el 73,1%-, por el contrario, está muy satisfecha con la realización del trabajo de casa a cargo de su pareja.

   Sin embargo, destaca que las mujeres trabajadoras expresan una mayor satisfacción con el cuidado de su descendencia -un 57,5% apunta que es alta- e incluso con las tareas del hogar -el 43,6% declara también una alta satisfacción- que los varones ocupados, que en el primer caso baja a un 48,5% y al 39,6% en el segundo.

   En cuanto a la dificultad para compaginar trabajo remunerado y otros aspectos de la vida diaria, una de cada tres personas ocupadas de Euskadi -el 34,3%- afirma tener muchas dificultades para compaginar trabajo con el cuidado de dependientes. Este alto grado de dificultad disminuye y se sitúa en un 27,1% de las personas ocupadas cuando se trata de atender a hijos menores y en un porcentaje similar -el 24,3%- con respecto a la realización de actividades personales.

HORARIO FLEXIBLE DE SALIDA

   Un 20,9% de la población ocupada casi siempre y un porcentaje similar algunas veces tiene que dedicar más horas de las establecidas o previstas a su trabajo.

   El horario flexible de salida, otra herramienta para mejorar la conciliación, lo disfruta casi la mitad de las personas ocupadas -el 46,4%-, aunque en menor medida las mujeres -el 43,8%- que los hombres -el 48,7%. Respecto al trabajo en el propio domicilio, un 7,7% de las personas ocupadas trabaja esporádicamente en casa y un 4,2% al menos la mitad de los días.

   Dentro de las distintas medidas que pueden facilitar la conciliación de trabajo, familia y vida personal, ausentarse del trabajo temporalmente está al alcance de la inmensa mayoría de la población ocupada, seguido por la posibilidad de pedir días sin sueldo, factible para el 58,1%. Además, aproximadamente la mitad de los trabajadores indica una dificultad baja para conseguir excedencias o reducciones de jornada.

   El temor a que solicitar excedencias o jornadas reducidas afecte a la promoción profesional es ligeramente mayor entre las mujeres que entre los hombres (31% y 29,7%, respectivamente). Sin embargo, la maternidad puede crear desigualdades de promoción para una de cada cinco mujeres ocupadas, mientras que sólo un 7,4% de los varones opina que la paternidad les podría afectar de manera sensible. A pesar de ello, uno de cada cinco ocupados varones cree que les resultaría altamente negativo pedir un permiso de paternidad en su trayectoria profesional.

   Con relación a las preferencias laborales de las personas ocupadas por territorio histórico, no se aprecian grandes diferencias en cuanto a la situación profesional, situándose el porcentaje de trabajadores que prefiere ser asalariado en valores cercanos al de la Euskadi (83,3%).

   Respecto a otras aspiraciones, en Gipuzkoa el 51,3% de las personas ocupadas de este territorio prefiere trabajar en una empresa pequeña, un 52,1% en el sector privado y un 15,5% ser autónomo. Este perfil contrasta con el que presenta la población vizcaína ocupada: el 58,3% elegiría una empresa grande y hasta el 57,6% prefiere el sector público. Los alaveses, aunque más próximos al perfil vizcaíno, se sitúan entre ambos: el 57,3% prefiere las empresas grandes y el 54,4% el sector público.

   En los hogares en los que ambos miembros de la pareja trabajan, el cuidado de los menores fuera de la jornada laboral del padre o la madre corresponde en el 94,7% de las ocasiones a ambos. Sin embargo, sólo en el 0,4% de estos casos se ocupa el padre del cuidado, mientras que asciende al 2,6% de las ocasiones en las que los cuidados recaen exclusivamente en la madre.

   En estos mismos hogares y en relación con el cuidado de los hijos e hijas menores durante la jornada laboral y fuera del horario escolar, en el 39,6% de los casos son familiares o personas sin remuneración quienes se encargan del mismo, en el 37,3% son ambos miembros de la pareja quienes lo hacen y en el 10,4% de las ocasiones el cuidado recae sobre otras personas con remuneración.

   Cuando resulta preciso cuidar de familiares dependientes, hasta un 31,6% de las mujeres ocupadas dedica 3 o más horas diarias, reduciéndose este porcentaje al 18,8% en el caso de los hombres.