Actualizado 11/07/2013 21:05

Piden 16 años de prisión para un reincidente por retener, agredir y amenazar de muerte a su pareja y su hija


PALMA DE MALLORCA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía reclama 16 años de cárcel para un hombre reincidente acusado de retener y agredir a su expareja y a su hija, a quienes además amenazó de muerte si la mujer se quedaba con la niña, de quien ostentaba la guardia y custodia. Unos hechos que el inculpado cometió, según la acusación, quebrantando la prohibición que pesaba sobre él de aproximarse a quien había sido su compañera sentimental.

En concreto, el Ministerio Público le acusa de un delito continuado de quebrantamiento de condena -por el que solicita un año de cárcel-; otro de amenazas -dos años-; de detención ilegal -cuatro años-; de detención ilegal a un menor de edad -seis años- y un último de lesiones con arma blanca a la expareja -tres años-, además de una falta de maltrato. El procesado, Jonatan Sebastian S.C., será juzgado por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma el viernes de la próxima semana.

La Fiscalía postula que el acusado, pese a ser consciente de que estaba en vigor la pena de seis meses de prohibición de comunicarse con su expareja, en octubre de 2012 retomó de mutuo acuerdo su relación con ella, si bien rompiendo poco después la relación, tras lo cual el inculpado, vía mensajes y llamadas de móvil, advirtió repetidamente a su excompañera sentimental de que iba a suicidarse.

Así, el 4 de noviembre la mujer acudió al domicilio del acusado para que éste viera a la niña que ambos tenían en común, de un año de edad, momento en el que se inició entre ambos una discusión fruto de la cual su expareja cogió a la hija en brazos para marcharse. Ante esta reacción, el inculpado presuntamente exhibió de forma intimidatoria una navaja y, con intención de impedir que se fueran de la vivienda, le dijo: "Tú te vas a quedar esta noche aquí y la niña también. Firma un papel conforme que me cedes la custodia, la niña se queda y no saldrá con nadie que no sea yo, si sale con alguien la mato".

Seguidamente, relata la Fiscalía en su escrito de calificación, empezó a propinar a su expareja puñetazos en la cabeza y patadas y cerró las cerraduras de la puerta de entrada, si bien la mujer, con la niña en brazos, continuó tratando de salir. Ante ello, el acusado la tiró al suelo con la menor, apretando a ésta fuertemente en la cara y desembocando ambos en un forcejeo por la hija durante el cual el reo cortó a la mujer con la navaja en el brazo y el abdomen.

El acusado siguió impidiendo la salida de la mujer del domicilio profiriéndole que "como intentes hacer algo, lo va a pagar la niña... No sé si te mataré a ti primero o mejor a la niña, así ves cómo muere". No obstante, según la acusación, la perjudicada logró finalmente convencerlo para que le dejara irse, quedándose la niña con él, con la excusa de que tenía que ir a buscar a un sobrino, momento que aprovechó para llamar a la Policía.

Cuando los agentes se personaron en el lugar, al apercibirse de ello el acusado envió varios mensajes al móvil de la mujer en el que le escribía: "¿te crees que soy tonto? Menos mal que he salido a pasear al perro, acabo de ver a la policía desde el parque, tonta. Ahora sí que no vuelves a ver a la niña, ya me podéis buscar, ya. ¿Tú te crees que teniéndolo todo tan planeado no tenía esto previsto ya? jajaja, qué poco me conoces... ¡Sabes que sé muy bien dónde esconderme y que no me pillen nunca! ¡O por lo menos hasta que haya conseguido lo que yo quiero!".

En esos instantes, los efectivos de la Guardia Civil llamaron en repetidas ocasiones al timbre sin que respondiese el acusado, por lo que forzando la puerta finalmente lograron acceder a la vivienda, siendo sólo entonces cuando pudieron sacar a la niña tras encontrarla sola en una habitación, acostada en la cuna. Mientras tanto, el inculpado se encontraba encerrado en otro cuarto desde el que gritó a los agentes: "Si entráis me corto el cuello con la navaja. No entréis, sólo quiero hablar con ella, si entráis os encontraréis un cadáver".

Tras recabarse el apoyo de una psicóloga y de otros miembros del Instituto Armado, el acusado pudo finalmente ser detenido. Ya anteriormente, Jonatan Sebastian S.C. había sido condenado en firme por delitos de coacciones, amenazas, lesiones y quebrantamiento.