Actualizado 05/12/2014 06:53

Soledad Murillo, promotora de la Ley Integral: "Hay que evaluar cada artículo en vez de hablar de un Pacto de Estado"

Alerta de una "enorme revitalización de los prejuicios contra la ley" que redundan en menos denuncias y menos órdenes de protección

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

Soledad Murillo, primera secretaria General de Políticas de Igualdad de la historia de España (2004-2008) e impulsora desde esa posición de la actual Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, considera que tanto la oposición como el Gobierno deberían ponerse manos a la obra para analizar el grado de implantación de la normativa que cumple ahora 10 años. "Hay que evaluar esa ley, articulo por artículo, los 72, no hablar de pactos de Estado", afirma.

En una entrevista telefónica con Europa Press, Murillo se muestra crítica con la gestión del Gobierno en la materia pero también con la oposición del Partido Socialista. Considera que "hablan y hablan de hacer un pacto de Estado pero nadie aborda en serio la ley". "Ni siquiera el PSOE está hablando de la ley en términos de su aplicación, dicen que hay que hacer un gran pacto, pero el verdadero pacto es aplicarla", destaca.

Según afirma, "la desautorización extendida en la actualidad es decir que la ley no ha servido porque siguen muriendo mujeres", pero no se somete al mismo criterio a la normativa de hacienda, que convive con el fraude fiscal. Por eso, insiste en la importancia de que las administraciones públicas y en sede parlamentaria evalúen "con seriedad la aplicación, que se vea con qué medidas se cuenta, y si después se concluye que se necesitan reformas, adelante". "No hay ninguna ley sagrada", asegura.

Con todo, llama a un debate de calado en torno a la aplicación de la ley y lamenta que "nadie se pregunte por qué sólo hay diez unidades de valoración forense en todo el país para 50 millones de habitantes" o por qué "no se hace vigilancia de los recursos que necesitan abogados de oficio, médicos forenses o más medios".

EL OBSTÁCULO, LA FALTA DE APLICACIÓN

En su opinión, uno de los grandes obstáculos que históricamente pero también en el presente tiene la ley es precisamente su falta de aplicación, pues afirma que el texto es mucho más ambicioso de lo que se está vertiendo en la sociedad, como en materia educativa, donde "no se ha aplicado que los consejos escolares tuvieran expertos en detección de la violencia" o que hubiese una asignatura para el abordaje específico de estas cuestiones, algo que "no se ha conseguido".

"Tampoco se está aplicando que exista formación en la carrera de jueces, fiscales y turno de oficio. No están funcionando las unidades de violencia creadas en todas las provincias del territorio nacional que se crearon para sentar a organizaciones de mujeres con el ámbito judicial, policial y sanitario. No se están coordinando desde vicepresidencia del Gobierno y no se está planteando qué ocurre con ellas", sentencia la experta.

Murillo plantea además, que cada trimestre hay una campaña de la Dirección General de Tráfico mientras en violencia de género, "mueren cinco mujeres en agosto y nadie del Gobierno sale a hablar de estos temas". "Los medios de comunicación y las organizaciones de mujeres son los únicos que mantienen la alarma de la violencia de género. Los poderes públicos, fuera del acto de condolencia y de encender unas velas en el día internacional, no lo hacen. No hacen nada", denuncia.

AVANZA EL MACHISMO

Esta inacción, sumada a la falta de exigencia en la oposición, provoca a su juicio que estén avanzando las posiciones críticas con la ley y todo lo que representa de avance en la visibilización y erradicación de la violencia contra las mujeres en España. "Hay es una enorme revitalización de los prejuicios contra la ley. ¿Cómo puede haber un diputado a sueldo en la Comisión de Igualdad que diga que hay denuncias falsas, que tenga que salir el Consejo General del Poder Judicial a desacreditarle con datos y que siga con su trabajo como si nada?", plantea.

En su opinión, quienes defienden que existe una "ideología de género" materializada en una defensa de la mujer sobre el hombre, están "triunfando". "Ahora hay un 158% más de sobreseimientos respecto del año 2006, es decir, casos en los que se deja de investigar. Es una barbaridad. Tenemos más sobreseimientos y menos denuncias y eso que después de denunciar empieza un auténtico calvario para las mujeres. Quienes hablan de denuncias falsas no son personas que soporten un debate con argumentos", asegura.

En cuanto a las medidas anunciadas por el Ejecutivo, como la creación de una "ventanilla única" para la atención de las mujeres víctimas de malos tratos, Murillo lo considera un error y una ocurrencia, porque, conforme indica, "denunciar la situación personal de violencia de género no es como solicitar permiso administrativo para un vado". "Echo de menos un debate más serio", comenta y añade: "¿Por qué no se habla de introducir el machismo como agravante en el Código Penal o de revisar el derecho de dispensa?".

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