Actualizado 17/12/2013 21:21

El TS confirma la condena a 7 años de cárcel para un marinero que violó a una superior en un buque de la Armada


MADRID, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ha confirmado la pena de 7 años de prisión a la que fue condenado el pasado mes de noviembre un marinero destinado en el Patrullero Izaro de la Armada por el Juzgado Penal Militar Segundo por un delito consumado de violación a una superior, cabo, en el interior del buque. Deberá indemnizarla además con 21.799 euros.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Francisco Menchén, rechaza los argumentos de la defensa, que impugnó que los hechos fueran juzgados en el ámbito militar al indicar que, pese a que los dos militares no estaban de servicio en el momento de la agresión, ésta no pede calificarse de "privada y ajena al a relación jerárquica castrense".

Por el contrario, incide el Supremo en que el dato de hallarse tanto el marinero como la cabo fuera de servicio "es irrelevante dentro de un contexto circunstancial marcadamente castrense como era a bordo de un buque de la Armada". La agresión le merece al alto tribunal una "reprochabilidad muy intensa" con pleno encaje en el tipo penal militar de violación.

CARÁCTER PLURIOFENSIVO

Una conducta como la enjuiciada en este caso, de carácter "pluriofensivo" según el Supremo, incidió sin duda en el mantenimiento de la disciplina y en la eficacia del servicio, por lo que debe ser enjuiciada, como de hecho lo fue, por esta jurisdicción especializada.

Los hechos ocurrieron en marzo de 2010 en el interior del Patrullero Izaro, que en ese momento esta atracado en Málaga. La cabo subió al buque de madrugada y se fue acostar pues entraba de guardia cuatro horas más tarde, aunque sin echar el pestillo que separaba la zona masculina de la femenina por seguridad y costumbre.

Una hora más tarde el agresor subió al buque, por una entrada no habitual, entró en la zona en la que dormía su superior y tras un forcejeo la inmovilizó y la agredió sexualmente.

Aprovechando un ruido que alertó a su atacante la mujer se pudo finalmente zafar y más tarde, aunque conmocionada por lo ocurrido acudió a su guardia. Tras consultar con una amiga y un superior aucudió a un Hospital para ser reconocida y denució los hechos.

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