Actualizado 12/03/2013 17:49

El vecino de Cangas (Pontevedra) acusado de matar a su exmujer declara que es inocente y dice que él fue el agredido

Un agente declara que el acusado le dijo que "había cortado el cable del freno" del coche porque "su intención era matarla"


PONTEVEDRA, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

El vecino de Cangas (Pontevedra) Cándido P.P. acusado de intento de homicidio de su exmujer sostuvo este martes que es inocente y declaró que fue él el agredido, según manifestó en el juicio celebrado en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

La Fiscalía pide ocho años de prisión por supuestamente haber agredido a su expareja y causar daños en los frenos de su vehículo mientras tenía en vigor una orden de alejamiento. Él reconoce que existía esa orden de protección, pero niega que causase daños al coche y que pegase a la mujer. Por contra, asegura que fue él quién recibió los golpes.

Los hechos se produjeron en la parroquia de Coiro, en la localidad pontevedresa de Cangas, en la madrugada del 2 de julio de 2011. Según declaró el acusado ante el tribunal, en aquel momento estaba en proceso de desintoxicación y la mañana previa a los hechos había acudido a tratamiento y, a continuación, tomó varias cervezas.

Según su propia versión, acudió al lugar de los hechos porque allí estaba el que había sido su domicilio conyugal, pero sin ser consciente, según puntualizó, de que estuviese incumpliendo la orden de alejamiento, pues ella ya no vivía allí. De camino se encontró con el coche que había compartido la pareja y se detuvo para ver qué le pasaba. En ese momento, según su versión, llegaron su expareja y un amigo de ésta y le profirieron insultos y puñetazos.

Sin embargo, su exmujer --están todavía en proceso de separación-- indicó que le llamaron unos vecinos porque estaban viendo a su exmarido tumbado al lado de su vehículo.

Cuando llegó al lugar, él empezó a insultarle y, según indicó ésta, la amenazó de muerte y empezaron a forcejear hasta que un vecino les separó y lo retuvo hasta que llegó la Guardia Civil. Una versión que corroboró el vecino, añadiendo que vio al acusado con un cuchillo, que fue localizado en una finca cercana.

"ESTABA BORRACHO"

Por su parte, los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar no presenciaron ninguna amenaza, pero el agente que lo acompañó en el coche patrulla tras su detención le contó que "el coche era de él y hacía lo que le daba la gana, por eso había cortado el cable del freno, dijo que su intención era matarla". "El resto no se lo entendí porque estaba borracho", ha apostillado el guardia.

Tras escuchar al acusado, que sólo respondió a las preguntas de su abogado; la supuesta víctima; y los testigos y guardias, la fiscal del caso decidió elevar a definitivas sus conclusiones iniciales y pedir para el procesado ocho años de cárcel, la prohibición de acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante seis años, el pago de una indemnización de 30.000 euros por los daños morales causados y 95 euros por los desperfectos del vehículo. El juicio quedó visto para sentencia.