Actualizado 01/07/2010 15:32

Velo.- El presidente de la Asociación Islámica de Cunit (Tarragona) niega que pidiera el despido de la mediadora

TARRAGONA, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Asociación Islámica de Cunit (Tarragona), Abderrahmán El Osri, acusado de calumnias y coacciones a una mediadora social musulmana que trabaja en el Ayuntamiento de Cunit, manifestó hoy en el juicio iniciado contra él en la Audiencia de Tarragona que nunca tuvo trato con ella y que, como ciudadano y por solidaridad con sus vecinos, se limitó a firmar un escrito de queja que se remitió al Consistorio.

"Sólo la conocía de vista, y nunca en la vida he tenido una conversación con ella. Sólo una vez le di los buenos días en la puerta del Ayuntamiento", afirmó. Según él, jamás habló con el marido de Fátima Gailán, pues no le unen lazos de confianza suficiente, para exponerle lo impropio de su comportamiento, desvinculado de la comunidad. "No sé si Fátima es buena o mala, pues no he tenido trato con ella", aseguró.

"Sabía que se había presentado un escrito de queja y lo firmé. Lo impulsaron un grupo de mujeres, porque ellas acudían mucho a tramitar papeles; ella les faltaba al respeto, les gritaba", reveló.

El Osri resaltó que ni él ni nadie de los firmantes querían que se despidiese a Fátima Gailán, "sino que se mejorase el trato a los inmigrantes marroquíes". "Es verdad que no entregaba la información suficiente a la mayoría de nuestra comunidad. Nosotros no hemos pedido que la despidiesen ni que la retirasen del servicio", subrayó.

El presidente de la Asociación explicó que su conversación con la alcaldesa de Cunit, Judith Alberych, se ciñó a la fiesta del cordero. "Fue la alcaldesa quien me indicó que hablásemos del conflicto entre Fátima y el imán", afirmó. "Yo no soy nadie, soy como los demás. No tengo ningún valor de autoridad, ni cargo, es como el presidente de una comunidad de vecinos", indicó.

Por otra parte, también negó que la acusase de ser un "topo" de la administración. "No tengo información de que ella hablase de los bienes de los solicitantes para que denegasen las ayudas", dijo.

El acusado sí reconoció un contacto con el imán de Mataró, "que estuvo tres años en Segur de Calafell" para solicitar su mediación en el conflicto. "Teníamos gran amistad con él, fue profesor de mis hijos". Por último, añadió que él no presentó ninguna queja, ni oral ni escrita, ante el Consell Comarcal del Baix Penedès.