MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros ha estudiado este viernes, 7 de junio, el informe sobre las recomendaciones del Comité de Ministros del Consejo de Europa a los Estados miembros para prevenir y combatir el sexismo cuyo objetivo es crear una Europa libre de sexismo y sus manifestaciones.
"El sexismo es uno de los principales obstáculos para el empoderamiento de las mujeres y de las niñas", ha señalado la portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Isabel Celaá, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.
En un documento de 17 páginas, el Comité de Ministros del Consejo de Europa hizo públicas una serie de consejos dirigidos a los Estados miembro con el objetivo de crear una Europa "libre de sexismo y sus manifestaciones". Además de consensuar por primera vez una definición de sexismo en un texto internacional, en este documento se insta a eliminar las expresiones sexistas en todos los ámbitos, como las leyes o los libros de texto.
Entre las razones que han llevado al Consejo de Europa a adoptar estas recomendaciones, se encuentra la consideración del sexismo como una manifestación de las relaciones de "poder históricamente desiguales" entre mujeres y hombres, tal y como ha destacado la portavoz del Ejecutivo en funciones. Asimismo, en el informe se muestra preocupación por la relación entre el sexismo y la violencia contra mujeres y niñas.
En este sentido, Celaá ha recordado se realizan estadísticas sobre asesinadas por violencia de género desde el año 2003 y ha apuntado que España "asume esta tarea", al tiempo que ha subrayado que otros Estados miembro "no tienen" este tipo de registros oficiales.
Tal y como refleja el texto, se entiende por sexismo "cualquier acto, gesto, representación visual, manifestación oral o escrita, práctica o comportamiento, basado en la idea de que una persona o grupo de personas es inferior por razón de su sexo, en el ámbito público o privado, en línea o en la vida real".
Entre los propósitos de esa persona o grupos está "vulnerar la dignidad intrínseca o los derechos de una persona o grupo de personas"; "provocar daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico o socioeconómico"; "crear un entorno intimidatorio, hostil, degradante, humillante u ofensivo"; "constituir un obstáculo a la autonomía y la plena realización de los derechos humanos"; o "preservar y reforzar los estereotipos de género".
En el texto se avisa de que existen "determinadas circunstancias" que pueden agravar o aumentar el impacto de los comportamientos sexistas. Éstas se dan cuando las actuaciones o palabras sexistas se inscriben en el marco de una relación jerárquica o de dependencia. "El sexismo es particularmente nocivo cuando la persona que actúa se encuentra en una posición de poder, autoridad o influencia, como en el caso de responsables políticos, personas formadoras de opinión o líderes empresariales", sostiene.
El informe incorpora también una serie de directrices para prevenir y combatir el sexismo que incluyen herramientas y medidas de carácter general para abordar este fenómeno y de carácter específico en áreas especialmente propicias al sexismo, como son: el lenguaje; internet y las redes sociales; el lugar de trabajo; el sector de la justicia, instituciones educativas; cultura y deporte; entre otros ámbitos.
Las medidas propuestas involucran a un gran espectro de autoridades y partes interesadas, como la sociedad civil, el Defensor del Pueblo, comisiones de igualdad, parlamentos, miembros de la carrera judicial, cuerpos profesionales de la abogacía y la judicatura, sindicatos, empresas públicas y privadas, etcétera.
Por último, se recomienda a los Gobiernos de los Estados miembros que tomen dichas medidas para prevenir y luchar contra el sexismo y sus manifestaciones, y que fomenten la adopción de normativas, políticas y programas adecuados. También contempla el seguimiento de la aplicación de estas recomendaciones, informando al Consejo de Europa de las medidas adoptadas y el progreso alcanzado en este ámbito.