Actualizado 08/05/2020 15:08

La pandemia impacta más en la mujer, según el Gobierno: sobrecarga de trabajo, pobreza y violencia de género

Una mujer riega un huerto urbano en el parque de San Jerónimo durante la desecalada, en los que se ha establecido normas para garantizar la seguridad en el uso de estos espacios. En Sevilla (Andalucía, España), a 07 de mayo 2020.
Una mujer riega un huerto urbano en el parque de San Jerónimo durante la desecalada, en los que se ha establecido normas para garantizar la seguridad en el uso de estos espacios. En Sevilla (Andalucía, España), a 07 de mayo 2020. - María José López - Europa Press

El Instituto de la Mujer ve "imprescindible" aplicar la perspectiva de género a la gestión de la crisis

MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

La sobrecarga del trabajo sanitario y servicios esenciales, la mayor responsabilidad en las tareas domésticas y de cuidados, la mayor pobreza y precariedad laboral y el aumento del riesgo de sufrir violencia de género son los principales factores que incrementan el mayor impacto de la crisis sanitaria sobre las mujeres.

En un informe realizado por el Instituto de la Mujer y para
la Igualdad de Oportunidades se pone de manifiesto el diferente impacto que la pandemia de la COVID-19 tiene sobre hombres y mujeres, así como de las consecuencias de la misma, tanto económicas como sociales y familiares. Ante las conclusiones del informe, el Instituto de la Mujer ve imprescindible aplicar la perspectiva de género en la respuesta a la crisis.

El informe, recuerda la alta presencia de la mujer en sectores que han sido fundamentales en esta crisis como el sanitario, cuidados, limpieza y comercio. Según la EPA, las mujeres representan el 66% del personal sanitario. En concreto son el 51 % en medicina, el 84 % en enfermería, el 72 % en farmacia, el 82 % en psicología y el 84 % del personal de residencias para mayores y personas dependientes, donde se han dado los casos más graves y mayor número de fallecimientos. Además, son mayoría en sectores del comercio de alimentación y de los servicios de limpieza hospitalaria y de residencias.

A estos colectivos profesionales se suman las empleadas de hogar y
cuidadoras, que asumen una importante parte de los cuidados de las
personas dependientes.

En cuanto a la responsabilidad de las tareas de cuidados, en el ámbito privado, las mujeres asumen la mayor parte del trabajo doméstico y el 70 % de las tareas de cuidados. A la desigualdad y dificultad habitual en conciliación y falta de corresponsabilidad, se ha unido el cierre de centros educativos y el teletrabajo, aumentando la sobrecarga en este ámbito.

Muchas mujeres no pueden seguir trabajando por tener que hacer frente a esta compleja situación. Especialmente afectadas se han visto las familias monoparentales, de las que 8 de cada 10 están encabezadas por mujeres.

POBREZA Y PRECARIEDAD

Asimismo, son más numerosas las mujeres en situación de pobreza y precariedad laboral. Esto las sitúa en peor situación para afrontar una nueva crisis. Algunos de los sectores más afectados, como el comercio, turismo y hostelería, están altamente feminizados. A esta perspectiva se suman los factores agravantes del desempleo en España, que también afectan en mayor medida a las mujeres, como la elevada tasa de temporalidad, la dependencia del turismo y una brecha en la tasa de empleo femenina del 11'7 % con respecto a la masculina.

A pesar de que los datos de paro del mes de marzo han reflejado un
incremento del 13 % en la tasa de paro masculino y de un 6'5 % en la del femenino, el Instituto de la Mujer sostiene que esta última sigue siendo considerablemente superior.

Este menor incremento de desempleo no garantiza una mejora de la empleabilidad y las expectativas de futuro para las mujeres ya que, a la histórica dificultad de su acceso al empleo, hay que añadir que los sectores más feminizados son los más afectados y en los que la recuperación de la actividad será más lenta y prolongada en el tiempo.

En cuanto a las trabajadoras del hogar, uno de los grupos más precarizados y desprotegidos, la existencia del despido por desistimiento, la falta de acceso a la prestación por desempleo y también su elevado nivel de exposición al contagio las convierte en uno de los colectivos más vulnerables, sobre todo considerando el elevado porcentaje de ellas que permanecen en la economía informal.

En cuanto a la implantación del teletrabajo, el informe apunta a que también debe establecerse teniendo en cuenta el enfoque de género y atendiendo al principio de corresponsabilidad.

El aumento del riesgo de violencia de género y otros tipos de violencia contra las mujeres derivado de la situación de confinamiento, son otro de los aspecto en los que ha puesto en foco el Instituto de la Mujer. Los datos de llamadas y consultas online al teléfono 016 durante el periodo de confinamiento, "son una manifestación de este impacto", recoge el informe.

Durante la primera quincena del mes de abril con respecto a la primera quincena del mes de marzo, en 2020, en el caso de las llamadas se ha producido un incremento del 48 %, que asciende hasta el 733,3 % en el caso de las consultas online. Y comparando el periodo de 14 de marzo a 15 de abril de 2020 con respecto al mismo en 2019, los incrementos han sido del 31 % en el número de llamadas y del 443,5 % en el de consultas online.

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