Actualizado 04/03/2019 09:19

Profesionales de un colegio Especial: "A nuestros alumnos les enseñamos también a tragar y controlar esfínteres"

Profesionales de un colegio de Educación Especial contra el trasvase de sus alum
FOROGRAMA VÍDEO CENTRO AENILCE

   MADRID, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Profesionales de un colegio del centro de Educación Especial Aenilce de Madrid han alertado del "daño irreversible" que puede suponer para muchos de los alumnos que acuden a centros especiales el cambio a los ordinarios, tal y como prevé el proyecto de ley de reforma educativa del Gobierno para los próximos diez años. En concreto, en su colegio hay 25 niños matriculados y la mayoría tiene graves daños cerebrales.

   "Estamos convencidos de que tal como está planteada actualmente la educación, la inclusión no es real o realizable, al menos en muchos casos", señalan en un escrito, que recoge Europa Press, titulado 'Razones para no echar el cierre de los colegios de Educación Especial'.

   Según describen, su día a día "está marcado por enseñar a sus alumnos a respirar, masticar, tragar o controlar esfínteres" y advierten de que algunos ni siquiera pueden mantenerse erguidos para seguir una clase y a otros hay que suministrarles medicamentos o controlarles los niveles de oxígeno.

   Aseguran que los profesores de la enseñanza ordinaria no están capacitados para manejar estas situaciones y que para conseguir "tan necesaria equiparación" habría que reformar sus planes de estudio. "Para España, 2025 está demasiado cerca, por mucho que se empeñe el Ministerio de Educación", añaden

   "¿Qué pensarán los padres de los niños de colegios ordinarios si el nivel de la clase puede experimentar retrasos? ¿Y el impacto que les puede producir una crisis epiléptica de uno de sus compañeros? ¿Y de las continuas interrupciones por estas y otras circunstancias, como ataques de ansiedad o gritos?", se preguntan estos profesionales, que lamentan que se proyecten leyes "sin estudios previos y sin recabar un número aceptable de opiniones de los que realmente saben".

   En su escrito, subrayan que la Educación Especial "no es excluyente"; que ambos sistemas cumplen su función e incluso pueden ser complementarios, y que la especial, pese a sus "defectos", logra sus objetivos "con mayor éxito que la ordinaria".

   Estos expertos, entre los que se encuentran pedagogos, psicólogos, fisioterapeutas, médicos y voluntarios recuerdan que la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, sobre la que el Gobierno se apoya para plantear su modelo de educación inclusiva, sitúa a los padres como el "motor de la educación" de sus hijos y lamentan que a estos tampoco se les tiene en cuenta.

   En cuanto a los medios materiales, apuntan que la simple adaptación del equipamiento e infraestructura "es pura falacia" en los colegios ordinarios y preguntan cuáles de estos disponen de rampas, ancho de acera y pasillos determinado, bordillos rebajados, ascensores y elevadores por los que quepan sillas de ruedas, barandillas en lugares determinados, baños adaptados, salas multisensoriales o mobiliario adaptado. "De la adaptación del material didáctico, ni hablamos", añaden.

   "Cargarse algo que funciona y adoptar un nuevo sistema que hoy por hoy es una incógnita podría causar un daño irreversible, dada la fragilidad y vulnerabilidad de los protagonistas", señalan estos profesionales, que piden al Gobierno que le dé a este asunto "unas cuentas vueltas antes de actuar".

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