Publicado 03/06/2020 11:16

El 70% de padres y madres ha aumentado la comunicación positiva con sus hijos en el confinamiento, según un estudio

Una mujer con sus hijos en el Puente Monumental de Arganzuela en Madrid Río. En Madrid (España), a 25 de mayo de 2020.
Una mujer con sus hijos en el Puente Monumental de Arganzuela en Madrid Río. En Madrid (España), a 25 de mayo de 2020. - Josefina Blanco - Europa Press

   MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El 70% de los padres y madres ha aumentado la comunicación positiva con sus hijos durante el confinamiento por la pandemia del COVID-19, según los primeros datos del estudio de actitudes y emociones en los padres, durante la fase de confinamiento por COVID-19 elaborado por un grupo de profesores de distintas áreas de la Universidad CEU San Pablo y profesionales externos de la salud.

   Esta investigación, en la que han participado 1.572 personas, en su mayoría mujeres, tiene el objetivo de estudiar los distintos estados de ánimo, actitudes y emociones que pueden estar experimentando los padres durante el confinamiento, teniendo en cuenta las diferentes situaciones por las que pueden estar atravesando, en función de diferentes variables mediadoras tales como trabajo, salud, relación con los servicios esenciales o en función, incluso, del número de hijos y su edad.

   A pesar de tener más trabajo de forma telemática que de manera presencial, los encuestados dicen haber encontrado mayor conciliación familiar y comprensión por parte de los compañeros y sus superiores. No obstante, uno de los cambios significativos que señalan ha sido el hecho de trabajar muchas más horas durante el confinamiento, y principalmente de manera telemática, donde la sobrecarga laboral ha sido superior a los que lo han realizado de manera presencial o desde ambas, según se desprende de los datos.

   Más de un 80% de los encuestados afirma haber tenido la sensación de no llegar a todo, pero también reconoce que han cambiado sus prioridades, dando más valor a pasar tiempo con su pareja y sus hijos. En general, los cambios relativos a la convivencia han sido valorados como positivos y, a pesar de resaltar que han tenido menos tiempo para pasar con los hijos, dicen que el tiempo dedicado ha sido de mejor calidad, aumentando la comunicación y el disfrute de las actividades realizadas de manera conjunta.

   El estudio revela que no ha habido cambios significativos respecto a su alimentación, pero sí en el sueño, que se ha visto afectado durante el confinamiento, con dificultades para dormirse y despertares constantes durante la noche. Un porcentaje superior a un 70% de los encuestados, ha manifestado no tener un sueño reparador. Si bien, aquellos padres que han trabajado, ya sea de forma telemática, presencial o ambas, han tenido menos problemas de sueño y también menos cambios de humor, frente a aquellos que no han trabajado.

   Asimismo, de los datos se desprende que más de un 80% de los padres y madres han experimentado cambios de ánimo, destacando entre estos, la emoción de tristeza, seguido de la ira y el miedo. La frustración también ha sido un sentimiento muy experimentado, según los autores del estudio.

   Con respecto a la educación de los niños, el informe muestra que las mujeres se sienten más culpables que ellos de dejar a los niños con aparatos tecnológicos (tablet, videoconsola o televisión), mientras desempeñan su labor profesional de manera telemática. Por otro lado, más de un 85% señala que está preocupado por su futuro y por el de su familia, principalmente, por conciliar la incorporación al trabajo con el cuidado de los hijos, siendo superior esta preocupación en las mujeres.

   El cambio que más les ha marcado durante el confinamiento son las emociones negativas (ansiedad, tristeza, apatía, inquietud, o desasosiego entre otros). En segundo lugar, han destacado las dificultades de autocuidado y desarrollo personal. En tercer lugar, se observa un primer cambio en positivo, relacionado con el progreso personal en relación principalmente, con cambios en prioridades personales, tales como disfrute del tiempo o seguridad en sí mismo. Los valores personales y la conciencia de las cosas importantes es el cambio que más han destacado los participantes.

   Por otro lado, el aprendizaje más significativo ha sido, la valoración por encima de todo, del núcleo familiar y, en cuanto a actitudes, la capacidad de mantener la calma, la resiliencia y la flexibilidad ante las adversidades que han podido surgir. También destacan el aprendizaje de determinadas aptitudes relacionadas, fundamentalmente, con hobbies como cocinar u otras, por necesidad, como el uso de las nuevas tecnologías.

   Asimismo, los padres han valorado de manera positiva el poder establecer un cuadrante de actividades y rutinas que podrían haber mejorado su convivencia familiar, pues más del 60% señala que ha tenido dificultades para conseguir llevar a cabo ciertas rutinas.

   La investigadora principal de este estudio es la profesora de Psicología de la Universidad CEU San Pablo Ana Jiménez-Perianes, y forman parte del grupo investigador los profesores de la Universidad CEU San Pablo José Miguel Cárdenas y María Paz Lorenzo, la psicóloga Diana González Cano, y el pediatra de HM Hospitales, Alejandro López Escobar.

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