MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Aldeas Infantiles SOS ha pedido ayudas para las familias acogedoras en España que, a su juicio, son "las grandes olvidadas de esta crisis" provocada por la pandemia del coronavirus Covid-19. En España hay cerca de 50.000 niños y niñas que crecen bajo una medida de protección y 12.564 de ellos crecen bajo la modalidad de acogimiento, que en la mayoría de las ocasiones recae en los abuelos y las abuelas.
Según explica la organización de infancia, ante la retirada de la tutela de un niño a sus padres, la primera medida de cuidado alternativo recomendada por la Ley del Menor es el acogimiento en su familia extensa, especialmente para los menores de seis años.
Por ello, muchas familias acogedoras que tienen a su cuidado a nietos, sobrinos o algún familiar menor de edad cuyos padres no pueden hacerse cargo de ellos, han visto cómo la crisis hacía "tambalear la estabilidad familiar", según señala Aldeas Infantiles SOS. Además, se refiere especialmente al caso de los abuelos que, a pesar de ser colectivo de riesgo en la pandemia, "se han visto obligados a mantenerse al frente de la unidad familiar".
A las dificultades habituales de convivencia que surgen en estas familias, como "la falta de habilidades parentales, la diferencia generacional o el conflicto de lealtades", la organización indica que se suma ahora en muchos casos "la falta de ingresos, el no poder ofrecer a sus nietos la alimentación equilibrada que necesitan o la imposibilidad de proporcionarles la atención educativa a la que tienen derecho, bien porque carecen de las capacidades necesarias, bien porque no cuentan con las herramientas tecnológicas adecuadas para hacerlo".
Para ellas, piden una compensación económica unificada en todas las comunidades autónomas y para todas las modalidades de familias de acogida (ajena y extensa); equipos de apoyo al acogimiento familiar, especializados y con acceso a formación continua; y que se garantice, en el régimen de visitas de los niños con sus progenitores, el contacto entre hermanos.
Aldeas Infantiles SOS acompaña a 423 de estas familias acogedoras a través de sus Programas de Apoyo al Acogimiento en Familia Extensa en Aragón, Madrid, Canarias, Cataluña y Galicia, desarrollados en coordinación con la Administración autonómica o local. Durante estos meses, ha provisto de alimentos y de material escolar a estas familias, haciendo de intermediaria entre ellas y los centros educativos.
Los profesionales de la organización han mantenido desde el principio un contacto telefónico o por videollamada constante con los niños y las familias para garantizar su bienestar en el hogar y compartir sus preocupaciones. Asimismo, ha mantenido activas las intervenciones psicológicas o terapéuticas más urgentes, de manera remota o presencial.
MÁS CANSADAS E IMPACIENTES
"Las familias en general se muestran más cansadas e impacientes", ha explicado el presidente de Aldeas Infantiles SOS, Pedro Puig. Según ha precisado, "cuesta mucho mantener las rutinas diarias, sobre todo con los adolescentes, y se sienten desbordadas por las exigencias y la sobrecarga de tareas en el aprendizaje online". "Sus necesidades de apoyo han aumentado, necesitan más ser escuchadas", ha subrayado.
Con el inicio de la desescalada, Aldeas ha podido retomar los puntos de encuentro entre los niños y sus padres, que habían quedado suspendidos, así como las visitas domiciliarias, manteniendo siempre los protocolos de seguridad.
Entre otras medidas para garantizar el bienestar de los niños y niñas que crecen en entornos vulnerables, Aldeas Infantiles SOS pide que se cumpla la Ley de Protección Jurídica del Menor de 2015, que prioriza la prevención y el fortalecimiento familiar, con la consiguiente dotación de recursos financieros; y un incremento progresivo de la prestación por hijo a cargo, duplicando la cuantía en el primer año y alcanzando los 100 euros al mes al final de esta legislatura.
Asimismo, reclama que se garantice que las ayudas excepcionales de alimentación adoptadas por el Gobierno llegan a todos los niños y niñas que las necesiten, otorgándolas por renta familiar y no por ser beneficiario de beca; asegurar el acceso a Internet y a los recursos tecnológicos necesarios de todos los alumnos y alumnas que no lo tienen; y desarrollar un plan de seguimiento y refuerzo del alumnado de familias vulnerables para prevenir el abandono escolar temprano.
