Los propietarios piden echarlos porque la ruina de las naves es un peligro para su integridad
BARCELONA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
La defensa de los casi 300 subsaharianos que ocupan varias naves de la calle Puigcerdà del barrio barcelonés de Poblenou ha alegado este viernes en un juicio civil razones "humanitarias" para no desalojarlos hasta no encontrar un lugar apropiado para reubicarlos dignamente.
"El desalojo puede crear una crisis humanitaria. No tienen otra alternativa", ha pedido una de las letradas de la defensa, que ha añadido que los servicios sociales no tienen capacidad a día de hoy para asumir la atención de estas personas.
Otro de los abogados de la defensa ha alegado además que las naves han estado abandonadas durante años, y que en el caso de que se proceda al desalojo el 19 de julio --cuando está fechado en el caso de que así lo sentencie la juez-- el recinto quedará vacío y será ocupado de nuevo.
Por otra parte, los abogados de los propietarios de la finca han pedido el desahucio por precario porque en su opinión se cumplen todos los requisitos para llevarlo a cabo, y han argumentado además que el recinto está en ruina y supone "un peligro para la integridad" de los subsaharianos.
Han declarado ante el juez dos testigos pedidos por los demandantes: un responsable de una empresa de derribos que ha advertido del riesgo inminente de derrumbe, y el propietario de un local de enfrente de las naves que ha confirmado que están ocupadas.
También ha declarado como testigo a petición de la defensa un representante de la comunidad de senegaleses --que son mayoría en la nave-- que ha asegurado que llevaban tiempo haciendo gestiones buscando una salida para realojarlos pero no fructificaron.
Ante el juez también se ha presentado como testigo un mediador cultural, que ha incidido en que muchos de los que ocupan las naves vivían antes en pisos donde pagaban el alquiler, pero que con la crisis han quedado en paro y sin recursos.
Otro mediador ha detallado que las personas que actualmente malviven en estas naves proceden en su mayoría de otra nave situada en la calle Badajoz --donde habían ido cuando tuvieron que dejar sus viviendas-- y de donde fueron también desalojados.
RIESGO PARA SU INTEGRIDAD FÍSICA
En sus conclusiones, los abogados de los demandantes han reiterado que en su opinión ha quedado acreditado que existe riesgo para la integridad física de los ocupantes y que las razones humanitarias no son objeto del juicio, por lo que ha insistido en el desalojo.
La defensa de los subsaharianos, por su parte, ha pedido a la juez que desestime la petición teniendo en cuenta las razones humanitarias, y que la nave está abandonada y por lo tanto no se causa perjuicios a los propietarios: "Que los Derechos Humanos se impongan a los derechos de la propiedad", ha pedido a la juez que deberá decidir si ordena el desalojo previsto para el 19 de julio.
La decisión de la juez de negarse a buscar una sala más grande para celebrar el juicio ha provocado que unos 50 subsaharianos que querían entrar no hayan podido hacerlo, y únicamente ha permitido la entrada de un periodista de la media docena que querían cubrir la sesión.
