VALENCIA, 11 May. (EUROPA PRESS) -
Un hombre de 96 años cumplió hoy uno de los sueños de su vida. En pleno circuito urbano de Valencia tuvo la posibilidad de pilotar un Ferrari de 530 caballos de potencia y que alcanza una velocidad máxima de 330 kilómetros por hora.
José Capote se mostró "muy feliz y muy contento" después de conducir el deportivo, aunque dijo que se le quedó corta la experiencia y el recorrido. El anciano pudo pilotar la máquina gracias a un obsequio de su quiropráctico, Ata Pouramini, que quiso cumplir uno de los sueños de José.
Antes de la subirse al coche y de enfundarse el mono, José mostró sus 'temores' a Europa Press Televisión. Así, dijo que estaba tranquilo pero que estaba acostumbrado a un cambio de marcha distinto y "a tres pedales en lugar de dos". "Espero que vaya bien" y que "me den lecciones para aprender", comentó.
José se mostró "ilusionado" por cumplir a su edad con uno de sus sueños, algo que según dijo, "no esperaba nunca". Señaló que lleva conduciendo muchos años, "pero no es lo mismo que llevar un Ferrari".
Tras enfundarse en un mono de competición, José se dirigió a una parte del circuito urbano de Valencia y dio una pequeña vuelta junto al piloto de International GT Open Álvaro Barba para conocer las prestaciones del coche y la potencia que podía desarrollar.
Después de esta pequeña toma de contacto, José se cambió de asiento y se puso a los mandos del Ferrari, dispuesto a probar un coche de 530 CV. No dudó en acelerar y hacer rugir el motor nada más pisar el asfalto.
"SUEÑO LOGRADO"
Tras dar una pequeña vuelta, José bajó emocionado y exultante del coche. "Fantástico; no podía pensar en hacer una cosa de éstas. Es un sueño haberlo logrado y a mi edad. No hay palabras para expresar lo feliz que me siento", dijo.
José lamentó lo escaso del recorrido y mostró su deseo por repetir la experiencia, aunque "con más kilómetros". Afirma que no miró la aguja del cuentakilómetros durante una 'carrera', que pensó que iba a ser "más peligrosa".
"NO CONOZCO EL MIEDO"
Y es que según dijo, no conoce el miedo. "Yo quise ser torero", bromeó el anciano, quien señaló que no va a ser competidor para Fernando Alonso. "Quiero que gane, y ya le falta menos porque está segundo", señaló.
La que tampoco pasó miedo fue la esposa de José, Belén Jordán, quien señaló que vio muy feliz a su marido después de conducir el coche. "Era una ilusión de su vida, él que es una persona muy inquieta y nerviosa a la que le gusta la velocidad", dijo. En este sentido, explicó que conduce "normalmente" un Wolkswagen GTI y "le gusta correr". "Lo que pasa es que yo no le dejo", comentó.
José, durante su 'carrera', llevó de copiloto a Álvaro Barba, quien le explicó los pormenores del coche y quien destacó la habilidad del anciano. En su opinión, "no es fácil" conducir un vehículo de estas características, "y menos para una persona tan mayor y que no está acostumbrada a la tecnología de hoy día y que lleva el Ferrari".
"LO HA HECHO MUY BIEN"
José, sin embargo, llevó el coche "muy bien". "Me ha escuchado y lo ha hecho lo mejor que puede y sin ningún problema". Y sin nervios, agregó, algo que "ha sido fundamental", porque "un coche de 530 cv y a los 96 años no debe de ser fácil" de conducir, "y creo que lo ha hecho muy bien". "Estaba disfrutando muchísimo y no quería llegar" al final, dijo.
José pudo cumplir su sueño gracias al quiropráctico al que acude desde hace cuatro años para tratar un pinzamiento lumbar que se hizo en 1943 mientras hacía gimnasia en la cárcel en la que estaba por su pasado republicano.
Este quiropráctico, Ata Pouramini, explicó a Europa Press que suele cumplir las ilusiones de algunos de sus pacientes, especialmente de niños, pero que hoy ha querido cumplir las de José, "por su edad".
Y es que, según dijo, a José "le gustan los coches, está en forma y cada vez mejor, y como yo tenía las conexiones para hacer realidad su sueño, aquí estamos".
