BARCELONA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Audiencia de Barcelona ha confirmado la absolución de Marc L.C., acusado de dejar morir a su madre por desnutrición en 2006, y ha desestimado el recurso interpuesto por la Fiscalía, que alegaba un error en la valoración de las pruebas
La mujer fue encontrada muerta el 15 de mayo de 2006 en el sofá de su domicilio en la calle Ramelleres, en el barrio del Raval de Barcelona, "en condiciones paupérrimas", según el escrito de acusación de la Fiscalía.
El piso, donde vivía el acusado con la fallecida y con su abuela, estaba "insalubre" y tenía cucarachas y ratas, tal y como declararon los Mossos d'Esquadra que entraron en el inmueble el día de los hechos, y los servicios asistenciales que se ocupaban de la familia.
El Juzgado Penal número 19 de Barcelona absolvió en marzo al acusado, al considerar que "procuró a su madre y a su abuela la alimentación, atención y cuidados que precisaban" y constatar que su madre ejercía un dominio tal sobre él que le impedía tomar decisiones.
El juez consideró probado que Marc L.C. comparaba alimentos en cantidades suficientes y procuraba los cuidados farmacológicos necesarios "en los términos que le permitían las especiales circunstancias que rodeaban a la familia", ya que su madre era alcohólica. Apuntó que "el eventual deterioro de salud de su madre, de haberse efectivamente producido, no fue percibido por el acusado".
El juez se basó en las declaraciones de varios testigos, en especial el de la farmacéutica, que conocía a la familia desde hacía 24 años. Ésta aseguró durante el juicio que la madre tenía a su hijo "como un inútil", que el carácter de ella era "imposible y que el acusado era una persona "sumisa".
Por su parte, los médicos forenses definieron al acusado como "introvertido, de personalidad tímida e insegura" sin posibilidad de hacer frente a su madre --que se negaba a recibir ayuda-- ni llevarle la contraria.
La Audiencia considera ahora "evidente" que el juez no incurrió en "una defectuosa o errónea valoración de la prueba", tal y como alegaba el fiscal. El alto tribunal asegura en el auto que queda probado que el acusado contactó en varias ocasiones con los servicios sociales y que solicitó ayuda al ayuntamiento sin que le dieran ninguna solución.
Durante el juicio, Marc L.C. explicó que hizo "todo lo que pudo" por su madre, pero que no quería tratarse de su adicción al alcohol y que no salía de casa desde hacía algunas semanas, si bien comía alimentos que él le daba.
El fiscal pedía cuatro años de prisión y una indemnización para su abuela de 100.000 euros por un delito de homicidio por imprudencia grave con agravante de parentesco.
