Actualizado 24/05/2013 15:42

Se enfrenta a 13 años de prisión por supuestamente violar y robar a una anciana en un olivar en Granada

GRANADA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada ha acogido este viernes el juicio contra un hombre de iniciales A.H.F. y 44 años, acusado de agredir, violar y robar a una anciana de 74 en un olivar en Calicasas (Granada) cuando la conducía en su vehículo al entierro de un familiar en otro pueblo.

La Fiscalía le atribuye los delitos de violación, lesiones y hurto, por los que solicita para él un total de 13 años de prisión, además de una indemnización a la víctima de más de 19.000 euros.

El representante del Ministerio Fiscal ha considerado "veraz" el testimonio de la mujer en contraposición al del procesado, al que ha acusado de ser un "depravado social" y una "alimaña" en la exposición de su informe por "engañar" a la anciana y agredirla sexualmente "con especial vehemencia" y propinándole golpes hasta que llegó a romperle el esternón.

Fue el 1 de julio del pasado año cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento, sobre las 18,15 horas, de que una mujer de avanzada edad se encontraba ingresada en el Hospital de Traumatología de Granada por, al parecer, haber sido víctima de una agresión sexual.

La mujer, que presentaba heridas graves, como fractura de esternón, arañazos y hematomas por todo el cuerpo, ocultó en principio a sus hijos lo ocurrido, si bien después tuvo que confesarles lo que le había pasado realmente. Según su denuncia, el viernes 29 de junio tenía que trasladarse a un pueblo para acudir al entierro de un sobrino, por lo que un hijo suyo llamó a un amigo, al que conocía por haberle hecho algunos arreglos en casa, para que la trasladara en su coche. En el trayecto, el vehículo sufrió una avería, por lo que el hombre y ella iniciaron la vuelta hacia su pueblo.

Sin embargo, el conductor se dirigió hacia otra zona y tomó un carril en dirección a la estación de ferrocarril de Calicasas y se adentró en una zona de olivares. Una vez allí, y aunque la mujer le reprochó en varias ocasiones que hubiera cambiado el sentido de la marcha, el hombre paró el coche en una zona deshabitada y la comenzó a forzar, la sacó del coche y la tiró al suelo.

El hombre la obligó a quitarse la ropa y comenzó a agredirla sexualmente. Después, presuntamente le robó las joyas que llevaba puestas y dinero en efectivo, y emprendieron la marcha en coche de nuevo hacia otro municipio, Deifontes, donde la mujer tuvo que coger un autobús para poder trasladarse hacia su pueblo, según el relato de la víctima.

El hombre, que fue detenido en Atarfe en la madrugada del 2 de julio y que pasó a disposición judicial al día siguiente, decretándose su ingreso en prisión, ha declarado este viernes que sí que hubo "tocamientos" con la anciana, pero que no mantuvo relaciones sexuales con ella, que se dejó olvidados los pendientes y una cadena en su vehículo y que "nunca le pegó".

Sin embargo, la mujer ha señalado que no conocía de nada al acusado, salvo porque era amigo de su hijo, y que aquel 29 de junio, cuando se dirigían al entierro de su sobrino, el coche del hombre se recalentó y se dirigieron hacia un olivar, pese a que le dijo que volvieran a su casa, porque ya no llegaría al funeral.

Entonces, según ha relatado la mujer, "se lió a golpes" con ella, dándole bofetadas en la cara, la tiró al suelo y la agredió sexualmente. "Me dijo: te tenía ganas de pillar a ti", ha señalado la anciana, que asegura que el hombre la amenazó con matar a su familia si contaba algo.

Después, el hombre la dejó en la entrada de Deifontes, en un bar, y decidió coger un autobús hacia su pueblo. Desde allí, según ha dicho, la hija la trasladó al Hospital, donde a los pocos días contó a sus familiares lo ocurrido.

Además, ha declarado el conductor del autobús que la trasladó hasta su pueblo aquel día, que ha indicado que tuvo que ayudar a la mujer a subirse y bajarse y que se quejaba de mucho dolor, y los hijos de la anciana. Los forenses han certificado las lesiones que presentaba la víctima, y especialistas del Instituto Nacional de Toxicología, que hallaron restos compatibles con el ADN del procesado en el interior de la vagina de la anciana.

La defensa, que pide la libre absolución, ha indicado en la exposición de su informe que, pese a que su cliente haya mentido en el juicio, esto no significa que fuera autor de los hechos que se le atribuyen, y ha sostenido que hay "contradicciones" en el testimonio de la anciana, argumentando además que hay un lapso de tiempo, desde que se bajó del autobús en Iznalloz hasta que fue al hospital, en el que "no se sabe qué pasó", por lo que ha pedido que en este caso se tenga en cuenta el 'in dubio pro reo', con el que en caso de duda se beneficie al encausado.

Tras las conclusiones y los informes, el juicio ha quedado visto para sentencia.