Actualizado 06/06/2010 11:17

El juzgado archiva la causa del gijonés que denunció a una residencia de ancianos por maltrato a su hermana


GIJÓN, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

La titular del juzgado de Instrucción de Villaviciosa que llevaba el caso de la residencia de ancianos acusada de maltrato a una mujer de 67 años archivó la causa al no encontrar pruebas del delito. La denuncia se inició a raíz de un vecino gijonés, Germán Álvarez, hermano de la víctima, quien ha presentado un recurso de reforma y subsidiariamente uno de apelación, en caso de que no prospere el primero, al entender que no se practicaron todas las pruebas, confirmaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Álvarez denunció a la residencia, ubicada en Villaviciosa, por retención ilegal y por abandono de un incapaz, al impedirle sacar de allí a su hermana, a la que trataban despectivamente y no le prestaban la atención sanitaria necesaria, que conllevó que por poco tuvieran que amputarle la pierna por una herida mal curada y casi gangrenada.

Los hechos se remontan al 3 de mayo de 2008, cuando el hombre tuvo que pedir la intervención de la Guardia Civil para poder sacar de la residencia a su hermana, al negarse la monja responsable del centro a dejarla marchar pese a haber firmado un documento en el que solicitaba voluntariamente el trasladarse a vivir con su familia.

El denunciante decidió sacar a su hermana de la residencia tras las quejas de la mujer sobre el trato recibido en el centro, especialmente por la falta de curas en una herida que tenía en la pierna. Álvarez, en una entrevista concedida a Europa Press, relató en su día que su hermana llegó a pasar toda la noche en el suelo tras caer de la cama, además de que las monjas no dejaban que fuera de paseo con él.

Fue el estado de la herida de la pierna lo que finalmente les hizo poner el caso en manos de un abogado, pero ni la voluntad de la mujer de abandonar la residencia ni el informe médico convencieron a las monjas. Es más, le llegaron a decir que sólo se iría de la residencia cuando hubiera muerto.

Sólo gracias a la intervención de la Guardia Civil Álvarez pudo llevarse consigo a su hermana, aunque hasta el día siguiente no comprobaron la gravedad de la herida de la pierna. En Urgencias del hospital de Jove les llegaron a decir que si tardaban 15 días más hubieran tenido que amputarle la pierna. La mujer también presentaba unas uñas de los pies muy largas y curvadas, como de no haberlas cortado en mucho tiempo.

Por su parte, los responsables de la residencia negaron en su día los hechos y argumentaron que era "falso totalmente". Asimismo, en su declaración ante el juzgado indicaron que si no dejaban que la mujer se fuera era porque no tenían autorización del marido -actualmente están divorciados--, que fue quien la internó.

La denuncia fue presentada el 7 de mayo de 2008 en la Guardia Civil, que dio traslado al Juzgado de Instrucción. Aunque en un primer momento se archivó el caso, el 14 de mayo de 2009 se estimó el recurso presentado por la familia, con el visto bueno del fiscal, para que se volviera a abrir. Ahora se archiva de nuevo, aunque se está a la espera de la resolución de los recursos pertinentes.