Actualizado 14/06/2010 15:11

Acusada de matar a su hijo recién nacido en Ciudad Real reconoce que lo hizo por miedo a "represalias"


CIUDAD REAL, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

Una mujer de Las Labores (Ciudad Real), identificada como M.S.A., de 36 años, reconoció hoy que mató a su hijo recién nacido en 2007 y señaló que lo hizo por miedo a "represalias" de su suegra y ante la posible reacción de los habitantes del pueblo, que cuenta con una población reducida.

La mujer, que indicó también que durante el momento de introducir al bebé en unas bolsas y enterrarlo en un hueco en un terreno aledaño a la casa, "no sabía lo que hacía", reaccionó así por miedo a que "se conociera la identidad" del padre del niño, ante la posibilidad de que no fuera de su marido.

La abogada defensora de la mujer, Yolanda Alarcón, en todo caso, confirmó a los medios que las pruebas de ADN demostraron después que el marido era el padre y también dio a conocer que el matrimonio, con ella en prisión preventiva, ha tenido otra hija, el quinto de ambos, sin contar al niño muerto.

La abogada también indicó que la mujer tenías indicios de que su suegra podría "sospechar" que ella tenía una relación extramatrimonial y que la madre de su marido la tenía "amenazada". El juicio, que apenas ha durado media hora, quedó hoy visto para que el jurado popular que actúa en este caso emita su veredicto sobre el mismo.

Al principio de la sesión se leyó un escrito de acusación conjunto suscrito por la defensa y el Ministerio Fiscal por el que se calificaban los hechos de "asesinato" y se tenía en cuenta la agravante de "parentesco" y la atenuante de "obcecación y arrebato.

Por ello, ambas partes pedían un total de 16 años de cárcel, que rebajaba en cuatro los 20 años la que, en principio, pedía el fiscal de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, aunque la Ley del Jurado no contempla las sentencias de conformidad y obliga a celebrar el juicio.

RATIFICACIÓN CON MONOSÍLABOS

En su declaración, la mujer ratificó con monosílabos afirmativos la versión recogida en el escrito de acusaciones y sólo insistió en varias ocasiones en que, en el momento de matar al recién nacido, no era consciente de lo que estaba haciendo y que no llegó a saber si el recién nacido era varón o hembra.

Por su lado, los forenses, con pruebas realizadas en los pulmones y los intestinos durante la autopsia, explicaron que el pequeño nació vivo y que murió por una "anoxia encefálica", lo que le provocó la asfixia, tras ser metido en las bolsas y enterrado.

En el relato de acusaciones se señala que, días antes del parto, la mujer guardó cinco bolsas de plástico en el baño de su casa y excavó, en un terreno anexo a la misma, un hueco, acumulando también piedras, una chapa metálica y un tablón.

La mujer, según se indica, sentía un "temor irrefrenable" a que su marido pudiera conocer la paternidad del hijo que esperaba, lo que le llevó a actuar de la manera que lo hizo. La mujer dio a luz sobre las 7.00 horas del día 6 de mayo de 2007 e, inmediatamente, introdujo al bebé en las bolsas y lo enterró en el agujero que había abierto.

La abogada de la defensa, por otra parte, también dio a conocer que el marido y los cuatro hijos que tenía cuando ocurrieron los hechos han expresado un intención de renunciar a la indemnización que se solicitaba, y que eran 76.900 euros para el progenitor de la víctima y 19.300 euros para cada uno de los cuatro hermanos.

Dado que la mujer lleva tres años en prisión, la defensa señaló que, a partir del próximo año, cuando cumpla la cuarta parte de la pena solicitada, podría acceder ya a beneficios penitenciarios.