Actualizado 15/03/2010 15:27

El acusado de abusar de la nieta de su pareja dice que "nunca" se quedó a solas con la menor

La abuela asegura que la niña no quería que ella se fuera de casa y que su pareja era el "aval" del piso


SANTANDER, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de abusar sexualmente de la nieta de su pareja negó hoy los hechos de los que se le acusan, declarando que "nunca" se quedó a solas y nunca "faltó al respeto" a la menor, en cuyo domicilio residió varios meses.

Por el contrario, la hermana de la supuesta víctima declaró hoy ante la Audiencia de Cantabria como esta le contó que el acusado "le había tocado" y la madre refirió las pesadillas que luego sufrió la menor cada vez que dormía en esa habitación, incluso aunque el procesado ya no residía en el domicilio.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria celebró hoy el juicio contra C.M., de nacionalidad colombiana y contra quien el Ministerio Fiscal y la acusación particular reclamaban nueve años de prisión por un presunto delito de abuso sexual, mientras que la defensa pedía la libre absolución. A las penas se suman una indemnización de 4.000 euros por el Fiscal, que se elevaba a 6.000 por la acusación, y una orden de alejamiento de 15 años.

Los hechos habrían sucedido en 2005, cuando la menor tenía 10 años y el acusado residía, junto a su pareja, la hija y el marido de esta y los hijos del matrimonio en Santoña. Y aunque después él, por motivos laborales, se desplazó a Torrelavega, seguía acudiendo a esa casa o recibía las visitas de la familia en la suya. C.M. está acusado de aprovechar los momentos en que estaban a solas, cuando los padres estaban trabajando, para abusar de la menor.

Su compañera sentimental, que lo sigue siendo en la actualidad, rechazó las acusaciones de la menor, que declaró a puerta cerrada, y que en su día le causaron "sorpresa". Luego contó como la niña se puso "furiosísima" cuando el acusado se negó a comprarla un regalo en las ferias de las fiestas de Torrelavega.

De la misma forma, el hermano de la abuela de la menor, a quien esta le contó lo sucedido, recordó que ya entonces la preguntó cuándo podía haber sucedido si el acusado y ella "no se habían quedado solos en ningún momento".

Pero los psicólogos que examinaron a la niña, que en la actualidad padece un linfoma, calificaron su relato de "probablemente creíble", con un nivel de credibilidad que es menor al haber dado testimonio de las presuntas agresiones en varias ocasiones y llegar ya "bastante sesgado".

Con todo, la psicóloga del Centro de Asistencia a las Víctimas de Violencia de Género del Gobierno de Cantabria precisó que la historia que contaba la menor era muy "detallada" y que mostraba emociones como la "vergüenza", la "culpa" o el "intento de olvidarlo", propias de las víctimas de abusos.

Una médico del Centro de Salud de Santoña, citada como testigo por la defensa, detalló que al atender a la menor, "no se observó nada" como un desgarro que indujera a pensar en abusos.

"ACTITUD EXTRAÑA"

El acusado declaró en el juicio que cuando residía con toda la familia en Santoña llegaba "tarde" a casa, en torno a las diez de la noche. Pero negó que se quedara a solas ni con la menor ni con sus hermanos, así como haber tenido "contacto físico" o haberla tocado "partes íntimas".

C.M., a quien su abogado defensor no hizo ninguna pregunta, aseveró que no tiene la "menor idea" de por que la niña empezó a lanzar estas acusaciones. "Me extraña la actitud que está tomando contra mí", expresó.

La abuela de la niña y pareja del acusado entonces y en la actualidad, admitió su "sorpresa" cuando la menor le contó los hechos, pero después, "con la cabeza fría", empezó a plantearse cuándo había sido, ya que, según dijo, su compañero no había estado solo con ninguno de los niños.

La abuela enfatizó que tanto en Colombia como en España siempre ha vivido con esta familia, salvo en el período en que su compañero se desplazó a Torrelavega y ella se fue con él, contra la voluntad de la menor. "Yo pienso que la niña siempre ha querido que yo viva en su casa", opinó. Y también apuntó que el acusado era el "aval" del piso en que vivían todos y que había intentado dejar de serlo. "No sé si tendrá que ver", insinuó.

Su hermana narró la menor se negó a ir a las fiestas de Torrelavega, donde entonces residía el acusado, y que fue entonces cuando le reveló, "llorando", que el compañero de su abuela "la había tocado", pero insistiendo en que no se lo podía contar a su madre. Pese a esta advertencia, su hermana se lo trasladó a su madre. Los psicólogos descartaron que la niña vaya a cambiar de versión ahora que se encuentra enferma.