Actualizado 03/07/2008 20:52

Acusado de agredir sexualmente a 5 menores en Sevilla asegura que él no tiene "nada que ver" con los hechos

SEVILLA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El joven de 21 años, G.E.B., acusado de agredir sexualmente a cinco menores de entre once y 16 años en la capital hispalense, aseguró hoy en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Sevilla que él no tiene "nada que ver" con los hechos que le imputan porque "en ningún momento" hizo "nada".

En su declaración, el procesado dijo que en aquellos entonces --noviembre de 2007-- trabajaba en un aparcamiento de camiones cercano a Torre Triana, de donde salía sobre las 8.00 horas y se iba a casa acompañado por compañeros "porque tenía miedo de ir solo", así que, según agregó, es "imposible que estuviera allí" como dicen las menores, quienes han declarado a puerta cerrada.

El Ministerio Fiscal, tras elevar a definitivas sus conclusiones, ha mantenido la petición de 38 años de prisión para el acusado, mientras que el abogado de la defensa ha reclamado la libre absolución de su cliente

Así las cosas, el fiscal mantiene que el procesado abordó a una niña de 15 años el pasado 5 de noviembre en la barriada Madre de Dios, de la que abusó. Al día siguiente, según prosigue el Ministerio Público, el joven comenzó a masturbarse con la cara medio tapada en el barrio de Nervión delante de otra niña de 15 años, que también huyó del lugar al encontrarse con una amiga.

Posteriormente, el acusado volvió a realizar actos parecidos el día 12 de noviembre. En primer lugar, se acercó en Sevilla Este a otra menor de 15 años y "poniéndole un cúter sobre el cuello" supuestamente la obligó a caminar "con pretensiones libidinosas", que no consiguió "al gritar la chica y poder huir".

Al no poder conseguirlo, quince minutos después se acercó a otra niña de once años, "le puso el cúter en el cuello y comenzó a tocarle los genitales exigiéndole silencio". En esta ocasión "cesó su propósito al aparecer un trabajador de Lipasam".

Finalmente, la última de sus agresiones fue a una niña de 16 años, a la que obligó a tocarle.