El informe destaca que ser inmigrante o hijo de inmigrante no incrementa el riesgo de adoptar conductas antisociales
MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los adolescentes y jóvenes comienzan a presentar conductas delictivas o problemáticas a partir de los 13 años sin que, además, los padres tengan conocimiento de ello, según el estudio 'Conductas antisociales y delictivas de los jóvenes en España', elaborado por el Centro de Investigación en Criminología de la Universidad de Castilla-La Mancha para el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los actos antisociales y delictivos más frecuentes que realizan a esa temprana edad son: dañar algo aposta, participar en una pelea, pegar un tirón a alguien para quitarle algo y robar en una tienda o gran almacén.
El estudio, elaborado a partir de una encuesta realizada a 4.152 menores escolarizados de entre 12 y 17 años, responde a una metodología criminológica, testada en Estados Unidos y Europa, que permite conocer de forma aproximada los delitos cometidos por adolescentes y jóvenes y que nunca han sido denunciados. Es lo que los expertos denominan la "cifra negra" de la delincuencia juvenil.
Según este informe, las conductas antisociales más comunes de este colectivo son: bajar música por Internet (66%), consumir cerveza y vino (63%), emborracharse (41%), fumar porros (28%) y participar en peleas (22%).
El informe señala que las conductas antisociales y delictivas aumentan con la edad y alcanzan su nivel máximo a los 17 años. El estudio también revela que las chicas tienen un patrón de conducta similar al de los chicos y que estos conductas son más frecuentes cuando se tienen amigos que ya las han adoptado.
Por último, se destaca que ser inmgrante o hijo de inmigrante no incrementa el riesgo de adoptar conductas antisociales o delictivas, mientras que vivir en un medio urbano sí que aumenta la propensión a este tipo de comportamientos.