Actualizado 14/06/2013 15:50

Condenado a 30 años de prisión un profesor de Santander por abusos sexuales a diez menores

El tribunal, que declara al Gobierno responsable civil subsidiario, "no tiene la menor duda de que las niñas dicen la verdad"


SANTANDER, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a 30 años de prisión al profesor de inglés del colegio público Simón Cabarga de Santander, Raúl Arce Martínez, por abusar sexualmente de diez alumnas de entre seis y 11 años durante el curso 2010-2011.

La sentencia, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Supremo, condena al profesor como autor de seis delitos continuados de abusos sexuales a menores de 13 años y cuatro delitos de abusos sexuales a menores de 13 años, con penas de cárcel que oscilan entre un mínimo de dos años y un máximo de cinco años y medio, ya que en función de la fecha de comisión de los delitos, en unos casos se le aplica el nuevo Código Penal, que entró en vigor en diciembre de 2010, y en otros el anterior.

La Audiencia condena al profesor a indemnizar con 6.000 euros a cada una de las seis menores a las que sometió a abusos sexuales continuados y con 3.000 euros a las otras cuatro, a la vez que condena al Gobierno de Cantabria como responsable civil subsidiario.

También condena a Raúl Arce a más de 50 años de inhabilitación para el ejercicio profesional como maestro; además de la prohibición de acercarse a las niñas a menos de 300 metros o al colegio durante otros 50 años, 20 años de libertad vigilada y el pago de las costas.

El tribunal considera probado que el acusado, "aprovechándose de la superioridad que le daba su condición de profesor, sin la autorización expresa del centro y con la excusa de reforzar o ampliar los conocimientos de inglés de algunas de sus alumnas, les mandaba subir a la sala de ordenadores en la hora del recreo, en grupos pequeños de cuatro o cinco niñas de diversos cursos, casi siempre las mismas, las cuales estaban con el acusado unos 15 minutos y luego bajaban escalonadamente", y bajo este pretexto, "les realizaba distintos tocamientos de contenido sexual con ánimo de satisfacer sus deseos libidinosos".

Como consecuencia de estos hechos, las menores presentaron un trastorno de estrés postraumático y han estado sometidas a tratamiento psicológico.

"LAS NIÑAS DICEN LA VERDAD"

En la sentencia, el tribunal señala que después de haber visto y oído el testimonio del acusado, de las menores, de sus madres y la abundante prueba pericial practicada, "no tiene la menor duda de que las niñas dicen la verdad" y "no concurre ninguna circunstancia que pudiera inducir a pensar que el testimonio de las menores pudo obedecer a alguna motivación espuria".

Añade que todas las menores se expresaron "de forma libre y espontánea con un relato no preparado sino conforme a la mala experiencia vivida por cada una de ellas", que coincide con lo que contaron a sus madres y algunas a los médicos que las trataron.

En definitiva, para el tribunal "no es creíble que las diez niñas y sus madres se hayan puesto de acuerdo para perjudicar al profesor de inglés de sus hijas, denunciándole falsamente y, para obtener una indemnización, someter a sus hijas de corta edad a reconocimientos ginecológicos, exploraciones, tratamiento psicológico, etc. durante un año".

La Audiencia únicamente le absuelve de uno de los 11 delitos de los que estaba acusado, el de una niña con discapacidad cuyas dificultades de lenguaje y comunicación le impidieron declarar, al considerar que en este caso los hechos denunciados no han quedado suficientemente acreditados. Inicialmente el Ministerio Fiscal solicitó 54 años de cárcel.

El tribunal condena a la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria como responsable civil subsidiario porque el profesor cometió los delitos durante "el ejercicio de su función docente en un colegio público, tanto en clase en horario lectivo como durante el servicio de comedor".

Raúl Arce fue apartado de sus funciones por la Consejería de Educación el 16 de mayo de 2011, y estuvo en prisión provisional desde el 21 de mayo hasta el 23 de noviembre de ese mismo año, quedando en libertad tras pagar una fianza de 6.000 euros.