Actualizado 06/11/2007 20:11

Decretan el ingreso en prisión provisional del presunto pederasta de Porzuna (Ciudad Real)

CIUDAD REAL, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Ciudad Real ha decretado el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza, de Francisco G.N., vecino de Porzuna (Ciudad Real), acusado de presuntos delitos de exhibicionismo, tenencia de pornografía infantil, abusos sexuales y corrupción de menores, en los términos en los que lo solicitó tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular.

Una vez acabada la declaración en el juzgado, el acusado, Francisco G.N. fue conducido al centro Penitenciario de Herrera de Mancha, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en un comunicado.

En el auto de ingreso en prisión, el titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Ciudad Real justifica la orden de privación provisional de libertad en la necesidad de dotar de adecuada protección a las víctimas, teniendo en cuenta su edad y vulnerabilidad, y que tanto víctimas como imputado residen en la actualidad en la misma localidad.

Además, la medida se considera necesaria para evitar la reiteración de los hechos cometidos, calificados en la resolución judicial de "suma gravedad", y, sobre todo, porque la adopción de otras medidas menos gravosas (alejamiento) no se considera que fuera suficientemente efectiva en el presente caso.

Por último, el juez considera que el acusado carece de suficiente arraigo en España, por lo que si quedase en libertad es más que probable que intentara sustraerse a la acción de la Justicia. Sobre Francisco G.N. pende una orden de extradición a Bélgica que actualmente está en fase de tramitación en la Audiencia Nacional.

Desde que el hoy inculpado se afincó a finales de 2006 en la localidad de Porzuna, se ha venido relacionando con menores de entre diez y catorce años, a los que en varias ocasiones ha invitado a su casa, mostrándoles fotografías y revistas de personas adultas desnudas en situaciones sexualmente comprometidas, con un ánimo claro de alentarles a mantener relaciones íntimas, sin llegar en ningún caso a lograrlo, más allá de rozamientos indecorosos y groseras insinuaciones.

Los hechos que se recogen en esta narración quedan fijados por las declaraciones de los propios perjudicados, lo que acredita, sin ningún género de dudas, según se desprende del auto del juez, que el imputado es el autor de los hechos denunciados.