Actualizado 23/06/2010 19:11

El fiscal pide orden de alejamiento para un padre que agredió a su hijo por mentirle por un trabajo escolar

El acusado, para el que solicitan 70 días de trabajos en beneficio de la comunidad, será juzgado el lunes por delito de violencia doméstica


A CORUÑA, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía pide que se dicte una orden de alejamiento para un padre que el pasado día 18 agredió en varias ocasiones en A Coruña a su hijo adoptivo, de 13 años, por mentirle en relación a un trabajo escolar, por lo que deberá acudir el lunes a un juicio rápido acusado de un delito de violencia doméstica.

Según informó hoy la Fiscalía Superior de Galicia, por lo sucedido reclama una pena de 70 días de trabajos en beneficio de la comunidad, así como la privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante dos años.

Asimismo, considera que se debe acordar la prohibición de que el acusado se comunique por cualquier medio y se acerque a una distancia inferior de 500 metros a su hijo menor de edad, a su domicilio, a su lugar de estudios o a cualquier sitio donde se encuentre durante un año y tres meses.

El escrito fiscal señala que, según el relato del menor recogido en el atestado policial, sobre las 14.10 horas del pasado 18 de junio el acusado, que carece de antecedentes penales, después de recoger a su hijo adoptivo en el instituto donde estudia, en el trayecto hacia su domicilio, con motivo del rendimiento escolar del niño "le tiró del pelo y lo golpeó en la cara, pierna izquierda, en el cuello y en el costado izquierdo".

Una vez que el acusado y su hijo adoptivo llegaron al garaje del inmueble en que residen y se disponían a coger el ascensor, el hombre "empujó" al menor contra un puerta y le dio "alguna patada", precisa el escrito fiscal.

Como consecuencia de la agresión, el menor sufrió hematomas superficiales en el brazo, pierna y costado izquierdo, que tardaron en curar cinco días, según consta en el parte médico elaborado por la existencia de policontusiones en diversas partes del cuerpo.

LA MADRE NO DENUNCIA

Si bien la madre del menor ha manifestado su voluntad de no denunciar ni reclamar nada con relación a la agresión, el fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de violencia doméstica por malos tratos a un descendiente.

Por ello, el acusado ha sido citado para el próximo lunes día 28 a la celebración de un juicio rápido en el Juzgado de lo Penal Número 1 de A Coruña.

El atestado policial elaborado por estos hechos recoge, en la comparecencia inicial de la víctima, la existencia de "otros incidentes" que se refieren, además de al menor, a otros integrantes de la unidad familia. Así, el fiscal delegado de la Sección de Violencia sobre la Mujer estima que "la agresión, por su brutalidad, excede con mucho de un supuesto derecho de corrección" y "es claramente desproporcionada respecto de la falta cometida por el menor" --una mentira referente a un trabajo escolar--.

"No se trata de un simple tortazo, sino de una agresión en toda regla", subraya el fiscal, quien puntualiza que "el incidente" que desencadena los hechos "está relacionado con una mentira del menor referente a un trabajo escolar que, desde luego, no puede recibir esta respuesta".

EL FISCAL DESCARTA EL "ARREBATO"

De este modo, el fiscal concluye que "es necesario proteger al menor de un eventual peligro, lo que motiva la petición de la pena de alejamiento contenida en el escrito de calificación", pese al argumento esgrimido para su retirada de evitar privar al niño "de las relaciones personales y de la atención, cuidado y afecto que recibe de su padre, con el que tiene un importante vínculo afectivo".

Argumenta también la Fiscalía que "no se trata de un acto esporádico y momentáneo", al suceder en "dos momentos cronológicos distintos", lo que "permite excluir un supuesto arrebato determinante de la acción lesiva".

Como el fiscal destaca que el hecho "no parece aislado", porque en la comparecencia inicial del atestado se refleja la existencia de otros incidentes que se refieren no sólo al menor, sino a otros integrantes de la unidad familiar, considera que hay que proteger al niño "de ese eventual peligro".