Actualizado 28/01/2010 14:49

Un jubilado de 76 años se enfrenta a 13 de prisión por abusar sexualmente de una niña de 14

GRANADA, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un hombre jubilado de 76 años, de iniciales J.C.B., se enfrenta a un total de 13 de prisión por supuestamente abusar sexualmente de una niña que entonces tenía 14 en una pequeña cuadra o habitación matancera contigua a su domicilio, situado en la localidad granadina de Diezma, donde ambos viven uno enfrente de otro.

Los hechos se remontan al mes de agosto de 2006, cuando el procesado, según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía, aprovechó que la menor, que tiene un pequeño retraso y una edad mental de 6 a 8 años, pasaba por delante de su cuadra para cogerla del brazo fuertemente e introducirla en el interior.

Una vez dentro, le tapó la boca con un pañuelo y, con frases "malsonantes", la obligó a practicar sexo oral. Esto ocurrió al menos en dos ocasiones, aunque en la última el hermano de la niña, también menor de edad, sorprendió a ambos en esta situación.

El procesado, que ha sido hoy juzgado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada, negó no obstante los hechos de los que se le acusa y explicó que aquel día, un 9 de agosto, se encontraba partiendo pan duro para sus animales cuando la menor entró con su perro a la cuadra, sin que ocurriera nada más. Asimismo señaló que con anterioridad el padre de la supuesta víctima le pidió un dinero que él se negó a prestarle.

Por su parte, la menor, que declaró acompañada de su padre, dijo que aquel día su vecino la cogió del brazo cuando ella estaba paseando a su perro y la metió dentro de la cuadra, que ella no había visitado hasta entonces, y que le tapó la boca cuando comenzó a chillar obligándola a practicarle una felación. Según relató, fue el hermano, que descubrió lo que pasaba, el que le contó a su madre lo ocurrido, que le ha ocasionado "nervios" y "miedo".

El hermano señaló que aquel día se había ido a la piscina de su tía y que, como su hermana no llegaba, fue a buscarla. En el camino pasó por delante de la puerta de la cuadra de su vecino, cuando oyó que su perro estaba arañando la puerta. Abrió entonces la parte superior de la entrada, que no tenía pestillo, y vio a su hermana de rodillas frente al acusado, que reaccionó muy nervioso.

En la vista de hoy, que se ha prolongado por más de dos horas, testificaron además la madre de la niña, que afirmó que ésta estuvo "muy nerviosa" y con dificultades para dormir en los días siguientes, la médico que la atendió, vecinas de ambas familias y las hijas del inculpado, que no consideraron creíble el relato de la menor, "con mucha fantasía".

En la exposición de su informe, la fiscal, que pide además una indemnización de 6.000 euros para la víctima y que el inculpado no resida en Diezma por un periodo de 15 años, sí dijo ver verosímil lo explicado por la menor y justificó sus posibles contradicciones en sus "limitaciones" por su nivel intelectual, por debajo de la media de los jóvenes de su edad. Además, indicó que la familia de la menor no tiene "móviles espurios" que muestren un posible interés en perjudicar al acusado.

Por su parte, la defensa, que solicita la libre absolución, manifestó que la declaración de la niña no debe ser considerada como única prueba de cargo, puesto que "no se sustenta" al haber incurrido en "una contradicción tras otra", ni tampoco los testimonios de sus familiares, que tardaron en denunciar los hechos más de 15 días, "lo que no es razonable".

El juicio ha quedado visto para sentencia después de que el acusado, que tiene dificultades de movilidad y se acompaña de un bastón, no haya querido hacer uso de su derecho a la última palabra.