Actualizado 17/12/2013 22:43

Los juguetes con un volumen superior a 80 decibelios pueden causar lesiones auditivas, según una ONG


MADRID, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

La entidad benéfica Clave ha alertado este lunes de que los juguetes que emiten sonidos con un volumen superior a 80 decibelios pueden causar lesiones auditivas "irreversibles" en los niños en función del tiempo de exposición a los mismos y por eso piden a los padres responsabilidad en la compra y uso de este tipo de productos.

Según explican, con una intensidad de 85 decibelios para un sonido continuo el tiempo de exposición permitido no puede ser superior a 8 horas. Cuando se trata de 88 dB el niño no podrá estar expuesto más de 4 y, si son ya 91 dB, el tiempo máximo será de dos horas.

Cuando el sonido continuo alcance los 94 dB, el tiempo máximo será de una hora y, con 97 dB, no se deberán superar los 30 minutos de exposición, según esta organización que incidie en que "hay que escuchar antes de comprar" porque artículos en apariencia inofensivos como un reproductor de melodías para bebés pueden alcanzar hasta los 100 dB cuando se colocan junto al oído.

"Nos hemos acostumbrado al ruido sin pensar en los daños que puede provocar. Muchas familias creen que no es un problema del que deban preocuparse hasta que sus hijos sean adolescentes, cuando escuchan su música se someten a largas sesiones de videojuegos o frecuentan ambientes ruidosos. Es un gran error, hay que educar desde que son pequeños", explica la directora de Clave, Carmen Abascal.

La organización, especializada en atención a la deficiencia auditiva, recuerda qeu la pérdida de audición por ruido es acumulativa y ocurre de forma gradual a lo largo de los años, y piden por ello a los padres que revisen si los juguertes pueden perjudicar la audición de sus hijos "con la misma minuciosidad con la que lo hacen con aquellos que contienen piezas pequeñas con los que pueden atragantarse".

Además de elegir artículos con limitador o control de volumen, recomiendan adoptar otras medidas como quitar la batería o colocar cinta adhesiva en los altavoces para amortiguar el volumen. En esta línea, dicen que "se debe enseñar a los niños a jugar y no llevarse los juguertes ruidosos a la oreja". Si resulta un sonido demasiado fuerte, recomiendan restringir su uso al exterior.