Actualizado 14/02/2013 13:39

Letrada de Ruth Ortiz sobre José Bretón: "El derecho de defensa no es tan absoluto que no tenga límites"

Reposo Carrero.
EUROPA PRESS

HUELVA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -

Reposo Carrero, la letrada de Ruth Ortiz, la madre de los menores Ruth y José, asegura sentirse "decepcionada" por que el ejercicio del derecho de defensa, realizada por el abogado José María Sánchez de Puerta, "no es tan absoluto que no tenga límites", indicando además que "no puede descalificarse hasta llegar a la calumnia una actuación instructora impecable".

En declaraciones este jueves a Europa Press, la abogada se ha pronunciado sobre la petición por parte de la defensa del padre de los niños José Bretón, en prisión desde el 21 de octubre de 2011 por dos delitos de asesinato, que ha solicitado la libre absolución de su cliente en esta causa y ha defendido su inocencia al sostener que los restos óseos hallados en la hoguera de la finca familiar de Las Quemadillas fueron cambiados por la "presión mediática" en la que se encontraba la Policía Nacional.

En esta línea, Reposo Carrero lamenta que el derecho a la defensa "se empañe con despropósitos que no sirven a ninguna causa, solo a los designios de un criminal que su abogado no ha sido capaz de controlar".

En este sentido, remarca que en algunas circunstancias, y esta es una, le "da vergüenza seguir perteneciendo a la Administración de Justicia".

Por su parte, Sánchez de Puerta insiste en que cree que los distintos traslados de los restos óseos ha provocado una falta de garantías procesales, al tiempo que se muestra contrario a los relatos de los hechos que defienden tanto la Fiscalía, como la acusación particular, ejercida por la madre de los niños, Ruth Ortiz, y que argumentan que los pequeños supuestamente fueron quemados en la citada hoguera.

Al respecto, José Bretón siempre ha mantenido la misma versión y que denunció ante la Policía la tarde del 8 de octubre de 2011, cuando, según él, se le perdieron sus hijos en el Parque Cruz Conde de la capital cordobesa, tras haber estado con ellos en la finca familiar de Las Quemadillas, donde por contra, según la acusación particular y el Ministerio Público, supuestamente los quemó en una hoguera. Ante ello, piden penas por 40 años de prisión por dos delitos de asesinato con alevosía, además de indemnizaciones de unos dos millones de euros y 600.000 euros, respectivamente.