MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) ha comenzado en Níger la distribución de alimentos a unos 670.000 niños y a sus familias para luchar contra los signos de malnutrición, una actuación que forma parte de la operación de emergencia para llegar a unos ocho millones de personas que sufren inseguridad alimentaria en un país afectado por sequías continuas.
Los 670.000 niños menores de dos años recibirán una ración mensual de una mezcla nutritiva de maíz y soja con valores nutritivos especiales para combatir la malnutrición. Al mismo tiempo, unos cuatro millones de familias recibirán 50 kilos de cereales, cinco kilos de legumbres y una ración de aceite, señala el comunicado de la organización.
La "ración de protección" de alimentos básicos está diseñada para asegurar que los niños reciban el beneficio completo de los productos especializados y que no sea una comida dividida entre el resto de los miembros de la familia, lo que podría dar lugar a que se reduzca su efectividad, explica el comunicado.
"La gente en Níger ha sufrido intensamente esta sequía prolongada. Es fundamental atender las necesidades de estos niños malnutridos", señaló el director regional del PAM, Thomas Yanga.
Los sondeos a nivel nacional de mayo y junio mostraron un empeoramiento de la situación alimentaria y nutritiva, con tasas de un 16,7 por ciento de malnutrición aguda entre los niños menores de cinco años, un dato por encima del umbral del 15 por ciento que marca una situación de emergencia.
La agencia de la ONU, junto con 24 organizaciones no gubernamentales locales e internacionales y otras asociaciones, ha aumentado este año continuamente las operaciones en Níger a la vez que crecía la magnitud de la crisis.
"Esta operación masiva requiere 213 millones dólares (166 millones de euros), pero nos siguen faltando al menos un 40 por ciento. Es crucial que los donantes actúen lo antes posible si queremos evitar la pérdida de toda una generación de niños por malnutrición y por inseguridad alimentaria", subrayó Yanga.
La sequía que afecta a la región oriental del Sahel no conoce fronteras y Chad también está sufriendo. El PAM está llevando a cabo una operación de emergencia en la parte occidental y central del país en el que 737.000 personas sufren inseguridad alimentaria, incluidos los niños con desnutrición aguda.
