Actualizado 23/05/2013 14:50

Piden 8 años de cárcel para un joven que agredió con un bolígrafo a la educadora de un centro de menores en Valencia

VALENCIA, 23 May. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía Provincial de Valencia solicita una pena de siete años y nueve meses de prisión para un adolescente acusado de agredir con un bolígrafo a la educadora de un centro de menores de la localidad valenciana de Burjassot en el que cumplía una pena impuesta, según consta en la calificación provisional. El juicio contra este acusado se había fijado para este jueves, pero finalmente ha quedado suspendido.

El joven, con antecedentes penales, estaba interno en el mes de abril de 2010 en el Centro Mariano Ribera, ubicado en la localidad valenciana de Burjassot, donde cumplía una pena impuesta en sede de menores.

El 20 de abril de 2010, cuando realizaba una actividad de refuerzo educativo en el centro, pidió un bolígrafo a una de las educadoras, y cuando lo tuvo en su poder, aprovechó un descuido de ésta para cogerla por la espalda y darle puñetazos con el bolígrafo entre la zona de la ceja y el párpado, así como en la mano derecha, con la que la víctima intentaba desviar la agresión, según consta en la calificación.

Cuando el joven cesó en su agresión, y mientras esgrimía todavía el bolígrafo en la mano con ánimo de amedrentar a la educadora, comenzó a gritar: "Hay que matarla, hay que matarla".

Como consecuencia de este incidente, la educadora, de 25 años, sufrió contusiones en la cara, cuello y cuero cabelludo, dolor cervical, una herida en la ceja derecha, trastornos del iris, una contusión en el quinto dedo de la mano derecha y dolor en la muñeca.

La educadora precisó para restablecerse de las lesiones reposo, terapia farmacológica, rehabilitación cervical, sutura de la herida en la ceja, intervención del ojo para practicarle la sutura del iris, un vendaje en la muñeca y tratamiento psicológico por estrés postraumático. Asimismo, a la joven le quedó como secuela la pérdida de un 10 por ciento de la visión del ojo derecho.

Por estos hechos, el ministerio público acusa al adolescente de un delito de lesiones y de otro de amenazas, y le pide una pena de siete años y nueve meses de prisión. Asimismo, le solicita una indemnización de 11.270 euros por las lesiones y secuelas causadas a la víctima.