Los peritos ven el relato de la denunciante "creíble" porque "si fuera una falsa imputación las pruebas lo revelarían"
PONTEVEDRA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -
El pontevedrés a quien su hijastra denunció por supuesta violación ha defendido este martes su inocencia asegurando que la denuncia es falsa y argumentó que se debe a los "celos" que la menor sentía de él desde que inició una relación sentimental con su madre.
En el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra, el procesado declaró que la relación con la madre de la niña comenzó cuando ésta tenía ocho años de edad y, según ha manifestado, la menor sentía que le arrebataba la atención de su madre y, por eso, las relaciones entre ambos eran "muy malas".
Además, según aseguró el acusado, la niña, que "era mentirosa y muy problemática", según resaltó, protagonizó reiterados episodios de conflicto escolar.
Sin embargo, durante el juicio celebrado hoy en la Audiencia Provincial de Pontevedra, la menor, que en la actualidad tiene 17 años de edad, reiteró que su padrastro, de 36 años, empezó a someterla a tocamientos cuando tenía ocho años y progresivamente las agresiones sexuales se fueron agravando y repitiendo a lo largo de siete años, con una frecuencia de dos o tres a la semana.
"QUERÍA QUE ACABARA TODO"
La joven, que optó por declarar en audiencia pública, aunque protegida detrás de un biombo, relató que "quería que acabara todo", pero afirmó que accedía a las demandas sexuales de su padrastro porque la amenazaba con hacer daño a su hermano y a su madre.
Finalmente, el caso trascendió porque envió a una amiga un escrito relatando una de las violaciones, y la madre de su amiga descubrió esa nota en la mochila de su hija. Posteriormente, ambas madres hablaron y después fue presentada la denuncia.
La madre de la menor reconoció que en dos ocasiones puntuales sospechó algo, pero tanto su hija como su novio "lo negaban todo". "Ahora me doy cuenta de que tenía miedo", sostuvo la madre que, según aseguró, cree a su hija.
RELATO "CREÍBLE"
Por su parte, los peritos valoraron el relato de la menor como "creíble" puesto que, según declararon, "si fuera una falsa imputación las pruebas que se le realizaron lo revelarían".
Los forenses no concretaron el alcance del daño psíquico que esto supuso para la menor, pero dijeron que "desde luego no es leve". Según explicaron, "al ser tan joven las secuelas están aún por desarrollar y aflorarán cuando tenga una pareja e hijos".
El fiscal calificó los hechos como un delito continuado de agresión sexual y pidió una condena de 15 años de prisión para el acusado, además de una indemnización de 30.000 euros.
