Actualizado 31/03/2010 09:39

Veintiún fetos fueron arrojados a un río en China porque las familias no tenían dinero para incinerlos


PEKÍN, 31 Mar. (Reuters/EP) -

La Policía china cree que los 21 fetos y los cadáveres de bebés que fueron hallados este domingo en un río cercano a un hospital en la provincia de Shandong (este del país) fueron depositados allí porque sus familias, que pagaron a dos empleados del hospital para deshacerse de ellos, no tenían suficiente dinero para sufragar su incineración.

Dos empleados de la morgue del hospital, que ya han sido detenidos, llegaban a acuerdos con las familias de las mujeres que habían concebido a los bebés y a los fetos para entregarle los cuerpos a cambio de una compensación económica.

Sin embargo, una vez en posesión de los cuerpos, muchas familias no se podían permitir incinerar los cadáveres, un ritual que en China puede tener un precio en yuans equivalente a varios cientos de euros. Por esta razón les dejaban la responsabilidad de deshacerse de los cuerpos a los dos empleados de la morgue del hospital antes citados, que aparentemente los habrían arrojado al río, informa la agencia estatal Xinhua.

El macabro hallazgo se produjo el pasado domingo cerca de un puente de Jining, una ciudad de la provincia oriental de Guandong, cuando un vecino de la zona encontró el cadáver de un feto y alertó a las autoridades. Poco después más vecinos fueron encontrando más cadáveres en el río, concretamente siete, lo que produjo alarma entre la población, ya que las aguas de ese río suelen emplearse para consumo humano.

"RESIDUOS MÉDICOS"

Algunos de los cuerpos fueron hallados en bolsas verdes de plástico y tenían tiras de identificación alrededor de las piernas donde figuraba la fecha de nacimiento, el nombre de la madre y el número de cama de hospital, informa el diario 'Beijing News' citando a testigos. Uno de los cuerpos, incluso, fue encontrado en una bolsa donde se leía "residuos médicos".

La Policía no tardó en descubrir que los cuerpos habían sido depositados allí por dos empleados de la morgue de un hospital cercano. A pesar de que oficialmente el Gobierno no ha ofrecido detalles sobre el número de cuerpos, medios locales creen que el macabro hallazgo se compone de 21 fetos y un número indeterminado de cadáveres de bebés, algunos de ellos procedentes de abortos.

Esta noticia ha sido acogida con indignación por parte de la población china, en algunos de cuyos sectores existe un creciente malestar con el sistema sanitario, que consideran poco fiable y cada vez más caro.

Además de los dos detenidos, las autoridades cesaron de sus puestos al director y al vicedirector del Departamento de Logística del hospital, Li Lunin y He Xin, respectivamente, así como al vicepresidente del centro, Niu Haifeng.

Las autoridades, que dieron orden de incinerar los cadáveres localizados, han iniciado una investigación sobre el tratamiento de los restos humanos en todos los hospitales de la zona.