La vicepresidenta afronta la petición de Unidas Podemos con "naturalidad" y afirma que "forma parte de lo normal"
MADRID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha asegurado que no tiene "ningún problema" en comparecer este jueves en el Congreso para informar de la gestión de la crisis del Open Arms, que estuvo 19 días a la deriva en el Mediterráneo con más de cien migrantes a bordo, a la espera de puerto seguro. Una comparecencia que se produce a petición de Unidas Podemos, y que este martes obtuvo el respaldo en la Diputación Permanente de PP, Ciudadanos, ERC, PNV y Grupo Mixto.
Calvo ha afirmado que la comparecencia le parece que "forma parte de lo normal" y dice que asume la petición con "naturalidad". "Unidas Podemos quiere que hablemos de la política migratoria de nuestro país, pues lo haremos", ha afirmado antes de participar en la reunión de este miércoles del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, con asociaciones y colectivos de discapacidad, migrantes y del pueblo gitano, un encuentro que forma parte de la ronda de encuentros organizada por el PSOE este verano con diferentes sectores sociales para la elaboración de un programa de gobierno.
"Creo que este Gobierno tiene mucho y muy bien que decir de lo que en apenas 14 meses hemos hecho en política migratoria y con la defensa de los derechos humanos allí donde hemos podido, y de trasladar seguridad en nuestras fronteras que es también una función principal del Gobierno de nuestro país", ha añadido la vicepresidenta en funciones.
Calvo comparecerá este jueves a las 16.00 horas en un Pleno extraordinario. Este martes, desde Unidas Podemos aseguraban que no pretenden "hacer batalla con Carmen Calvo" pero reconocían que la vicepresidenta "ha cometido una falta muy grave" con sus declaraciones en la gestión de la crisis migratoria del Open Arms. "Pretendemos que explique qué ha pasado, y la gestión tan tardía, tan torpe, tan mal. Nos llama mucho la atención", subrayó la diputada de Podemos Vera Ruiz.
19 DÍAS A LA DERIVA
La crisis del Open Arms comenzó a principios del mes de agosto, cuando el buque humanitario de la ONG española Proactiva Open Arms rescató a 121 migrantes del mar, a los cuales se sumaron otras 39 personas. Ante el bloqueo de Italia y Malta, que no dieron permiso al buque para desembarcar en sus puertos, y tras 19 días a la deriva, el Gobierno español decidió enviar a Lampedusa el barco de la Armada Española 'Audaz' para rescatar a los migrantes del Open Arms y llevarlos a puerto español.
El mismo día en que se tomó esta decisión, el pasado 20 de agosto, la Fiscalía de Agrigento ordenó el desembarco del Open Arms, después de que el fiscal Luigi Patronaggio examinase las condiciones del barco de la ONG española. Los 83 migrantes que aún quedaban a bordo del buque humanitario desembarcaron a medianoche en la isla de Lampedusa.
Como el 'Audaz' ya había recorrido parte del camino hacia Lampedusa, el Gobierno español decidió que continuara su travesía con el objetivo de recoger a los 15 migrantes que le corresponde acoger a España, de acuerdo al reparto organizado con otros países de la Unión Europea: España, Portugal, Luxemburgo, Francia y Alemania. Tras llegar a Lampedusa, el Audaz tomó camino a Sicilia, donde este martes embarcó a los 15 migrantes, todos adultos y de siete nacionalidades, a los que tiene previsto desembarcar en el puerto de San Roque-Crinavis, en la Bahía de Algeciras.
