Actualizado 01/06/2018 09:40

Maisoun, refugiada siria, sobre su integración: "Te sientes sola y en un agujero"

 Maisoun Shukair, Refugiada Siria
ENTRECULTURAS

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

Maisoun Shukair, refugiada siria, lleva tres años viviendo en Madrid y agradece "enormemente" su acogida en España. Sin embargo, denuncia el abandono en el proceso de integración de los que reciben protección internacional. "Tuve que buscar piso sola, tenía que hacer los papeles sola, tenía que iniciar el proceso de reagrupación familiar sola, y sin hablar español. Es un sentimiento de estar en un agujero y sola, es un sufrimiento", afirma.

Ella es una las 2.000 personas que participarán en la iniciativa llamada 'Caminos de Hospitalidad' impulsada por el Sector Social de la Compañía de Jesús, en la que se recorrerán 30.000 kilómetros de solidaridad al menos en 10 ciudades de España desde el próximo 2 de junio hasta el 23. Las caminatas aspiran a ser un encuentro intercultural junto a personas migrantes y refugiadas para reclamar su acogida e inclusión en la sociedad.

Durante la presentación de la iniciativa, se ha cifrado en 250 millones las personas que están viviendo en un país en el que no nacieron, lo que representa el 3% de la población mundial. Asimismo, alrededor de 65,5 millones personas se han visto obligadas a desplazarse, es decir, una persona de cada 110 en el mundo es desplazada, refugiada o víctima de trata de seres humanos.

"TUVE QUE DEJARLO TODO"

Antes de su exilio, Maisoun regentaba su propia farmacia en Damasco, en la que trabajó durante 24 años. "Tenía una vida normal --sostiene-- pero un día me encontré con que tenía que dejarlo todo y salir de Siria", explica. Según apunta, la decisión "no fue fácil", pero "lo más importante" era la vida y el futuro de sus hijos.

Tras el estallido de la guerra, se desplazó a España con su hijo mayor. Su marido y su hijo pequeño lo hicieron más tarde, porque ella solicitó su protección por extensión familiar en cuanto le dieron la residencia. En este sentido, asegura que ella tuvo "suerte" gracias a la asistencia jurídica que recibió de manera gratuita desde la ONG Accem, aunque subraya que cuando tus familiares están "en peligro", toda espera "se hace larga".

Al llegar, estuvo nueve meses en el centro de refugiados de Alcobendas, un periodo que define como "duro", aunque destaca la ayuda que allí recibió por parte de los profesionales. Una vez terminó su estancia en el centro, relata el camino que inició "sola" y las dificultades de integración a las que se enfrentó.

"EL PROBLEMA ES LA LEY"

"Aquí no hay problemas con la gente. Todos son muy amables, muy acogedores y abiertos, creo que el problema es con la ley. Es que no solamente podemos acoger a personas que lo necesitan, necesitamos ayudarlas mucho más", asevera, denunciando que muchos de los acogidos "se ven solos en la calle".

Según señala, "no hay personas" que les ayuden a encontrar un trabajo "ni un programa" para enseñar el idioma. "Solo se da una hora al día en el centro de refugiados y no es suficiente", remarca. Aunque hace hincapié en la "suerte" que tiene por tener estudios, ser farmacéutica y hablar inglés, incide en que no es el caso de muchos sirios con protección internacional. "Hay mucho sufrimiento", asegura sobre el proceso de integración.

En la actualidad, Maisoun vive en Alcobendas con su marido y sus dos hijos y está buscando empleo, tras lograr homologar su título de farmacéutica y tras haber hecho prácticas en dos farmacias en Madrid. Según precisa a Europa Press, su familia vive gracias a que su marido ha conseguido un trabajo hace ocho meses, pero son cuatro, "el alquiler es carísimo" y sus dos hijos están estudiando, uno de ellos en la Universidad.

Ella insiste en que no quiere vivir de ninguna ayuda económica, pero sí cree que debería tener más recursos "hasta que tenga la capacidad de poder salir adelante". Aunque reitera su agradecimiento a España porque "lo más importante" es que su familia esté "segura".

#CAMINOS DE HOSPITALIDAD

Maisoun Shukair ha participado en tres ocasiones en estos caminos solidarios desde que comenzaron en Siria hace unos años con el jesuita Frans van der Lugt. A su juicio, "escenifican la convivencia" entre personas de distintas culturas. "Cuando hacemos el camino juntos. Escenifica el cortar todas las cosas malas entre nosotros y empezar otra vez", manifiesta.

Desde el Sector Social Jesuitas, el delegado Alberto Ares ha recordado que "hay más de 1.000 millones de personas en movimiento" en todo el mundo, de ahí que se lance esta iniciativa para caminar juntos. Comenzará el próximo 2 de junio en Madrid y Galicia; pasará por Asturias, País Vasco, Navarra, Sevilla, Cataluña, Alicante, Burgos, Valencia y Tenerife.

"Tenemos que promover una narrativa positiva sobre las migraciones, sobre las posibilidades del enriquecimiento que ofrecen", ha dicho el vicepresidente ejecutivo de Entreculturas y ALBOAN, Dani Villanueva, que rechaza las que se basan en "el miedo o la cerrazón". En su opinión, la dinámica de los movimientos "ha venido para quedarse" y por ello hay que "sensibilizar" sobre la inclusión.

En esta misma línea se ha manifestado la representante de SJM España, María del Carmen de la Fuente, que ha censurado "las dificultades" de integración a la que se enfrentan los refugiados, al tiempo que ha reclamado el "descolapso" del sistema de acogida. "En el camino se deshacen los nudos y se renueva el compromiso", ha afirmado sobre la iniciativa 'Caminos de Hospitalidad'.