Publicado 13/06/2018 18:43

El oleaje provoca vómitos y nauseas a los migrantes a bordo del 'Aquarius', aunque su situación no es complicada

Personas migrantes en el Aquarius
MÉDICOS SIN FRONTERAS (MSF) TWITTER

   MADRID, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

   El médico David Beversluis a bordo del buque 'Aquarius' ha asegurado que ninguno de los 106 migrantes y refugiados que actualmente van a bordo está en una situación médica complicada, aunque el oleajes les está provocando mareos, nauseas y vómitos.

   "El oleaje está empeorando y las personas están sufriendo mareos, vómitos y tienen nauseas", ha subrayado Beversluis en declaraciones recogida por Europa Press. Él es del equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF), ONG que junto a SOS Mediterranée gestionó el rescate de 630 personas en aguas del Mediterráneo durante el fin de semana. Tras el rechazo de Italia y Malta a que desembarcara en sus puertos, España le ofreció el de Valencia.

   Para poder emprender el viaje hacia España, 500 migrantes han sido transferidos a dos barcos de rescate italianos. En su camino, este miércoles se ha detenido temporalmente en Sicilia para recibir un nuevo suministro de un buque de la Guardia Costera italiana para poder recorrer el "largo" camino hacia Valencia, ha informado la ONG francesa en su cuenta de Twitter.

   El médico ha aseverado que la situación en el barco es "estable y tranquila" y ha precisado que actualmente van a bordo 10 niños, 45 hombres y 51 mujeres. En cualquier caso, sostiene que cuentan con material médico y personal "suficiente" para atender a los pacientes.

   "Hay gente muy cansada, pero con agua y comida suficiente no deberían surgir problemas. Además, hoy todos han podido ducharse y cambiarse de ropa", ha declarado, destacando que cuentan con un suministro adicional de zapatos, calcetines y ropa para todo el mundo.

   El médico insiste en que el viaje a España "no es la mejor opción". "Agradecemos el gesto, pero no es la mejor opción. La mejor opción habría sido desembarcar a la gente en un puerto más cercano", ha incidido. "Estas personas son peones en un juego político. Deben ser tratadas con respeto y dignidad", ha dicho.

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