Publicado 23/10/2019 12:46

El periplo de dos niños extranjeros no acompañados que al llegar a España no fueron reconocidos como menores

Menores Extranjeros No Acompañados (MENA)
Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) - FUNDACIÓN RAÍCES

   MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

   M.T y R.K son las iniciales de dos niños migrantes que llegaron solos a Almería tras coger una patera en Marruecos. Una vez en territorio español, el Estado les negó su condición de menores de edad y vulneró su derecho a pedir asilo, tal y como ha dictaminado el Comité de los Derechos del Niño de la ONU.

   Fundación Raíces, ONG de defensa jurídica de derechos de niños y jóvenes vulnerables que ha asistido a ambos menores, denunció la "indefensión absoluta y desamparo" en la que estaban ambos, teniendo en cuenta que fueron declarados mayores de edad por la Fiscalía. Así, la organización acudió al órgano de la ONU, alegando que España no tuvo en cuenta el interés superior del niños y solicitando la adopción de medidas provisionales para protegerles y para que pudiesen solicitar asilo.

   Uno de ellos (M.T) nació en Costa de Marfil, país del que huyó después de que su padre fuese detenido y asesinado por el Ejercito Nacional, acusado de colaborar con unas milicias contrarias al Gobierno. Inició su periplo hacia Marruecos y desde allí llegó a España en enero de 2017, tras hacer la travesía en una patera que llegó a Almería.

   M.T siempre dijo ser menor de edad y, pese a ello y a su apariencia física, en España siempre fue tratado como adulto. Según su relato de los hechos, al llegar a España la Policía le abrió una orden de devolución y sin intérprete, sin conocer a su abogado y sin que la Fiscalía ni el Juez vieran al niño.

   Al poco de su llegada, un juzgado de Almería ordenó su internamiento en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche (Madrid) donde permaneció hasta que el menor fue trasladado a un hostal de Cruz Roja. Posteriormente, un familiar le envió su

   documentación original que acreditaba su minoría de edad.

   Con esa acreditación el niño llegó a Fundación Raíces, que le puso a disposición de la Policía para su salvaguarda bajo los Servicios de Protección de Menores. Sin embargo, tal y como denuncia la ONG, la Policía le dejó unas horas después en la calle, alegando que para la Fiscalía era mayor de edad.

   Al día siguiente, M.T acudió con su documentación a la Oficina de Asilo para formalizar una petición de protección internacional, pero se lo impidieron por considerarle menor de edad y no disponer de tutor legal en España.

   Ahora, el Comité de los Derechos del Niño de la ONU ha obligado a España a regularizar su situación administrativa en España y a corregir su fecha de nacimiento en sus tarjetas de asilo. También tiene que hacerlo con R.K, nacido en la República de Guinea y que, al igual que M.T, llegó a España solo en una patera que fue rescatada en el mar antes de llegar a las costas españolas.

ASESINARON A SUS PADRES Y DESTRUYERON SU CASA

   En su país de origen, sus padres fueron asesinados cuando tenía 14 años y, tras ello, intentó huir después de haber sido atrapado, atado y maltratado, según relatan desde Fundación Raíces, que le atiende jurídicamente. Finalmente logró huir, pero cuando quiso volver a su casa, se encontró que había sido destruida y quemada.

   Su viaje duró un año. R.K salió solo de República de Guinea, atravesando Mali, Argelia y Marruecos, y en la frontera entre Mali y Argelia, los 'tuaregs' le detuvieron y le ataron durante tres días. Finalmente, llegó a Nador (Marruecos) donde vivió seis meses hasta que pudo cruzar el Estrecho de Gibraltar hasta Almería.

   Desde su llegada a España, el menor de edad fue tratado como un adulto, al no tener con él ninguna documentación que acreditase su minoría de edad. El Juzgado de Almería ordenó su ingreso en el CIE de Aluche y allí pidió solicitar asilo pero tampoco se le permitió formalizar su solicitud como menor de edad por no tener un tutor legal.

    Desde el CIE, R.K estuvo a punto de ser devuelto a su país, algo que evitó gracias a que consiguió que le llegara su partida de

   nacimiento que acreditaba su minoría de edad. Dicha acreditación fue enviada al Defensor del Pueblo, al Juzgado de Instrucción de Almería, a la Fiscalía y al Juzgado de Vigilancia y Control del CIE, a quienes comunicaba ser menor de edad y a quienes pedía que se le permitiera solicitar asilo.

   Después de 52 días en el CIE de Madrid, R.K fue puesto en libertad pero, tal y como denuncia Fundación Raíces, no fue protegido, ni tutelado como menor de edad, ni la Fiscalía revisó el Decreto de Mayoría de edad que ya se había formulado cuando el menor obtuvo toda su documentación.

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