MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (ADECES) ha reclamado una mejora de la regulación, la vigilancia y sanciones efectivas contra el ruido así como un impulso a la rehabilitación de edificios y viviendas que contribuyan a la sostenibilidad y a la calidad de vida.
Así, considera que España debe aprovechar la coyuntura turística creada por la inestabilidad política de otras regiones para mejorar la calidad de vida en las ciudades, sobre todo en las más turísticas.
Para ello, la asociación reclama un impulso a la rehabilitación de edificios y viviendas para que contribuyan a la sostenibilidad y calidad de vida de las ciudades.
La reclamación surge de la insatisfacción que los ciudadanos de Madrid, Barcelona y, en menor medida Málaga, destinos turísticos, han expresado en el último Eurobarómetro sobre la 'Calidad de vida en 85 ciudades europeas'. Si esta es la percepción de los ciudadanos es evidente que la de los turistas no puede andar muy alejada y es posible que sea aún más crítica.
Para la asociación, los destinos turísticos no pueden seguir retrasando la mejora de la calidad de vida y de las infraestructuras, particularmente las turísticas, so pena de que haya un cambio en la coyuntura turística que agrave más los efectos de la crisis económica.
Por ello, insiste en que las administraciones deben regular, vigilar y sancionar el incumplimiento por ruido porque la falta de tranquilidad encabeza la lista de quejas de los turistas internacionales, siendo un obstáculo para atraer turismo de calidad.
Asimismo, pide un impulso al plan de rehabilitación de edificios y viviendas con el objetivo de reducir la contaminación atmosférica y aumentar la protección frente al ruido procedente de la calle o de los vecinos.
Además, insta a un mayor apoyo público para impulsar la rehabilitación energética y la mejora acústica de los edificios y viviendas y considera que el programa PIMA SOL del IDAE, dotado con 125 millones para la rehabilitación energética de hoteles es absolutamente insuficiente.
Concretamente, estima necesaria una especial atención a los lugares de ocio, en torno a los que se pueden producir elevados niveles de ruido y a los locales de restauración, caracterizados por un mal acondicionamiento acústico que dificulta la conversación.
