Actualizado 22/01/2010 20:36

Un austriaco saltará desde 36.600 metros en caída libre para ser el primer hombre en romper la barrera del sonido


NUEVA YORK, 22 Ene. (Reuters/EP) -

El austriaco Felix Baumgartner pretende, en este año, saltar en una cápsula desde 36.600 metros de altura y dejarse caer en la Tierra para convertirse en el primer hombre del mundo en romper la barrera del sonido sin un avión reactor.

Aún así, asegura que pasará miedo "por supuesto", ya que siempre utiliza el miedo como su propia "ventaja" a la hora de alcanzar su objetivo. Este paracaidista austriaco de 40 años es conocido por volar sin motor durante 35 kilómetros para cruzar el Canal de la Mancha, sólo con la ayuda de un ala de 2 metros pegada a su espalda después de saltar desde los 10.000 metros de altura en 2003.

Su salto, patrocinado por una empresa de bebidas, tendrá lugar en la estratosfera en una fecha aún sin especificar y en un lugar indeterminado de Norteamérica, según informaron los organizadores del evento en una rueda de prensa este viernes en Nueva York, en la que añadieron que la fecha y el lugar dependerá de las condiciones meteorológicas.

Uno de los retos es romper el récord de hace 50 años de Joe Kittinger, quien saltó desde una altura de 31.333 metros para la Fuerza Aérea de Estados Unidos en 1960 logrando el salto más alto con paracaídas y el más largo y más rápido en caída libre.

Los miembros del equipo de Baumgartner insisten en que otro de los objetivos es un interés científico porque se monitorizarán los efectos de este viaje supersónico sobre el cuerpo humano y cómo éste reacciona a los cambios de presión, temperatura, aceleración y deceleración. "El reto es llevarle lo más alto que podamos, recogerle abajo en la Tierra de forma segura, y recoger el mayor número de datos que podamos", aseguró Kittinger, de 81 años de edad y consultor del proyecto.

Así como Kittinger hizo, Baumgartner subirá en un globo, aunque en un traje presurizado, con una cápsula y un equipamiento de monitores mucho más avanzado. El viaje durará al menos tres horas, y durante el brusco regreso a la tierra de unos 21 minutos de duración, Baumgartner solo escuchará la voz de Kittinger dentro de su casco de seguridad.