Actualizado 17/08/2010 15:31

Badiola pide a los responsables de reservas de ciervos que se mantengan alerta hasta que se confirme el fin del brote

Ciervo
EP/CAIXANOVA

MADRID, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Consejo de Veterinarios de España, Juan José Badiola, ha pedido a los responsables de las reservas de ciervos que se mantengan alerta hasta que se confirme el fin del brote de pasteurelosis aguda", que ha causado la muerte a más de un centenar de ejemplares, según la Junta de Castilla y León.

En todo caso, ha precisado que el brote no se puede extender a otras poblaciones porque la causa de la muerte ha sido "la notable diferencia de temperaturas" entre la noche y el día durante el mes de julio, ya que en zonas de montaña esta diferencia "puede llegar a los 25 grados centígrados".

"Cuando aparece un brote así siempre cabe preguntarse por las causas y si se dan otras que son menos habituales, aunque lo lógico era que fuese pasteurelosis por los cambios bruscos de temperatura", ha afirmado.

Por otro lado, ha indicado que los brotes mortales de pasteurelosis aguda en las poblaciones de ciervos no son habituales. En este sentido, señala que las épocas en las que son más proclives son la primavera y el otoño, pero puede suceder "en cualquier momento".

"LOS CIERVOS SON MÁS SENSIBLES"

Además, Badiola ha asegurado que parece ser que los ciervos son "más sensibles" a la bacteria Pasteruella que otros animales, como las ovejas, las cabras y las vacas, y que para prevenir la pasteurelosis "hay vacunas para los animales domésticos", siendo más complicada la prevención en el caso de los ciervos".

En este sentido, ha comentado que, a pesar de que también se puede tratar en las poblaciones de ciervos, en los casos de muerte súbita "es imposible", ya que, como ha explicado, la enfermedad es tan rápida "que por la noche el animal está perfectamente y al día siguiente está muerto".

"Hay otras presentaciones de la enfermedad que no son tan bruscas, como las neumonías, pero en este tipo de casos no da tiempo a que se dé", ha explicado, además de detallar que esta bacteria, que reside en las fosas nasales de los ciervos, prolifera de tal manera que se disemina por el torrente sanguíneo y provoca hemorragias "en la pleura o el peritoneo", entre otras partes.