Actualizado 14/07/2010 09:57

BP retrasa una prueba clave para probar la efectividad de la nueva campana instalada para contener la fuga


HOUSTON, 14 Jul. (Reuters/EP) -

La petrolera británica BP retrasó este martes una prueba clave para determinar la efectividad de la nueva campana de contención instalada en el pozo submarino del golfo de México que lleva doce semanas vertiendo crudo al mar, informó la Guardia Costera de Estados Unidos.

"Hemos decidido que el proceso debe ser objeto de análisis adicionales que se realizarán esta noche y mañana", indicó en un comunicado el almirante retirado de la Guardia Costera Thad Allen, designado por el Gobierno estadounidense para supervisar la respuesta al mayor vertido de crudo de la historia del país.

La prueba, que debería durar entre seis y 48 horas y estaba programada para la noche de este martes, tenía por objetivo determinar si el pozo submarino podría soportar la presión generada por el completo sellado de la fuga.

Independientemente de los resultados de esta prueba de presión, BP debería ser capaz de tapar completamente la fuga y trasladar el vertido a la superficie para ser recogido por buques cisterna a mediados de julio, según había señalado anteriormente Allen.

La única manera probada de acabar con el vertido consiste en la perforación de pozos de alivio para interceptar el crudo que sale por el lugar donde se encuentra la fuga mediante la inyección de lodo y cemento. El primero de esos pozos de alivio comenzó a operar a mediados de mayo. Se espera que el flujo de crudo pueda ser taponado por el lodo y el cemento a mediados de agosto.

BP retiró el pasado sábado la campana de contención colocada a principios de junio para controlar la fuga y terminó de instalar el lunes la nueva, con la que espera recoger hasta 80.000 barriles de petróleo diarios que serán bombeados hacia la superficie y recogidos allí por buques cisterna.

A diferencia de la anterior, la nueva campana es de mayores dimensiones, por lo que podría recoger la totalidad del crudo que vierte el pozo de la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de BP, cuya explosión y posterior hundimiento, el 22 de abril, provocó la muerte a 11 trabajadores.

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