Actualizado 17/12/2013 22:19

El buque Ramón Margalef del IEO investiga este jueves los efectos de los vertidos de Gibraltar en aguas no disputadas


MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

El buque Ramón Margalef del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha partido este mediodía del puerto de Algeciras, donde había acudido para aprovisionarse, y seguirá analizando este jueves los efectos ambientales de los vertidos de bloques de hormigón realizados desde el Peón de Gibraltar.

Los trabajos de este jueves, según han informado fuentes del IEO a Europa Press, se desarrollarán en una zona cuyas aguas "jamás" han sido reclamadas por la colonia británica, por lo que se espera que puedan continuar con sus tareas de investigación geofísica "con tranquilidad".

Concretamente, han insistido en que la campaña se realiza

en la ZEC del Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) ES6120032 Estrecho Oriental, de la región biogeofráfica mediterránea de la Red Natura 2000 de la Unión Europea. Esto significa que se trata de una zona altamente protegida por parte de la legislación europea por sus valores ambientales especiales.

El buque ha partido al mediodía desde Algeciras y seguirá trabajando todo el día en la zona programada para este jueves, lo que no contempla pasar por aguas que Gibraltar disputa y discurrirá en aguas cuya españolidad no está en discusión.

No obstante, desde el buque del organismo público de investigación permanecen en contacto permanente con la Guardia Civil por si surgiera algún tipo de problema.

La campaña se ha encargado al instituto de investigación a través de la Fiscalía General, a través de la Fiscalía de Medio Ambiente para que se realicen las acciones necesarias desde el punto de vista científico-ambiental con el objetivo de valorar la incidencia medioambiental de los vertidos de bloques de hormigón y piedras de cantera.

Concretamente, se están estudiando los habitat submarinos de los lugares donde se han efectuado estos vertidos para conocer la estabilidad y la sostenibilidad de estos ecosistemas.

Este martes, después de una jornada y media de tareas de investigación, el barco Ramón Margalef decidió volver a puerto a raíz de la aparición de varias patrulleras gibraltareñas.

Gibraltar denunció que el buque navegó a menos de 250 metros de distancia de su puerto, en unas aguas cuya soberanía se disputan España y Reino Unido. El hecho provocó la llamada a consultas del Embajador de España en Reino Unido, que reclama como suyas las aguas que circundan al Peñón.

España no reconoce a Reino Unido más aguas que las del interior del puerto de Gibraltar, dado que el Tratado de Utrecht de 1713 por el que cedió la ciudad de Gibraltar, junto a su castillo, puerto, defensas y fortaleza, a la Corona británica no incluía las aguas que rodean el Peñón.

Reino Unido, sin embargo, viene reclamando hasta tres millas náuticas de mar territorial basándose en la Convención del Mar de Naciones Unidas, que no existía cuando se firmó el Tratado de Utrecht.

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